Conecta con nosotros

Opinión

El pacto. Por Raúl Saucedo

Lo implícito y lo que queremos

En el tejido social de la sociedad mexicana, se entrelaza la esencia de su identidad y se plasma en su Constitución Política. Este documento en sus inicios resultado de la Revolución Mexicana representa un pacto social que ha resistido el paso del tiempo, pero no sin enfrentar desafíos y transformaciones a lo largo de las décadas.

La Constitución Mexicana de 1917 es una radiografía de las aspiraciones de un pueblo que anhelaba justicia, igualdad y libertad. Surgida en el contexto de una revuelta social, la constitución marcó el fin de una época política de inicios de siglo y sentó las bases para una república. Inspirada por ideales liberales, laborales y agrarios, se erige como un monumento jurídico que refleja la lucha por la justicia social y la soberanía nacional.

Es preciso decir que la flexibilidad de la Constitución Mexicana ha sido un aspecto crucial de su longevidad. A lo largo de los años, se han implementado múltiples reformas para adecuarla a los desafíos contemporáneos. El proceso de reforma requiere la aprobación de una mayoría en el Congreso, lo cual implica un ejercicio delicado de negociación política. Este método, aunque ha permitido ajustes necesarios, también ha suscitado debates sobre la conveniencia de ciertas modificaciones y su impacto en la estabilidad normativa.

La Constitución Mexicana encuentra resonancias en otras constituciones alrededor del mundo, pero cada una refleja las peculiaridades de su contexto histórico y cultural. En comparación con otras naciones, México ha buscado equilibrar los principios fundamentales con la capacidad de adaptarse a las dinámicas políticas y sociales. La experiencia mexicana ofrece lecciones valiosas sobre la importancia de una base sólida y la necesidad de ajustes pragmáticos para abordar los desafíos cambiantes.

A medida que México avanza en el siglo XXI, la Constitución enfrenta nuevos retos. La tecnología, los cambios demográficos y las demandas de una sociedad cada vez más diversa plantean interrogantes sobre la capacidad del documento para mantener su relevancia. La lucha contra la corrupción, la consolidación de un Estado de derecho efectivo y la garantía de derechos para todos los ciudadanos son desafíos que requieren una mirada reflexiva y acciones decididas.

El reto principal radica en preservar la esencia de la Constitución mientras se adapta a las realidades contemporáneas. La sociedad mexicana debe aspirar a un diálogo inclusivo que permita la participación efectiva y activa de diversos sectores en el proceso de revisión y reforma. La garantía de derechos humanos, la equidad de género y la sostenibilidad ambiental deberían ser piedras angulares de cualquier discusión sobre el futuro de la constitución.

Si bien el pasado 5 de febrero la mayoría de la sociedad mexicana disfruto el asueto proporcionado, cuantos realmente analizamos el contexto actual de los derechos que como ciudadanos tenemos, quizá en ese asueto lo expresamos en alguna actividad cultural, deportiva o política por el simple hecho de ser ciudadano amparado por la constitución, ese mismo día el ejecutivo federal planteo un paquete de reformas constitucionales que en vísperas del proceso electoral parecieran propuestas de campaña, se viene  tiempos interesantes para la negociación política, donde tenga por seguro que algunas reformas serán reales, las otras monedas de cambio, espejos de ilusos.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

Opinión

Trump, el Hombre que se peleó con el Mundo en 60 Minutos. Por Caleb Ordoñez T.

En la historia moderna hay discursos que cambian el curso de los mercados, y luego está lo que hizo Donald Trump en una hora: sacudir al planeta con una política comercial tan agresiva que logró unir a países que no se hablaban ni por WhatsApp. El 2 de abril de 2025, desde el Despacho Oval, Trump anunció una “nueva era” económica para Estados Unidos. ¿Cómo? Imponiendo una serie de aranceles con efecto inmediato, que iban desde el 10% hasta el 34% para países con los que, según él, “Estados Unidos estaba siendo estafado”.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

Fue como tirar gasolina en una fogata diplomática. China, Alemania, Corea del Sur, India, Brasil y una larga lista de países pusieron el grito en el cielo. Las embajadas se activaron como en tiempos de guerra, mientras las bolsas de valores se desplomaban. Wall Street vivió su jornada más negra en cuatro años: se esfumaron cerca de 3.85 trillones de dólares. Sí, con “t” de Trump.

Empresas tecnológicas como Apple, Tesla y Microsoft perdieron valor como si sus productos de pronto fueran del año pasado. Los bancos se tambalearon, los fondos de inversión entraron en pánico y el dólar, ese símbolo de poder, comenzó a debilitarse. La economía global quedó, literalmente, con la mandíbula desencajada.

México y Canadá: Salvados por el T-MEC (¡y qué suerte!)

En medio del caos, hubo dos países que esquivaron el golpe como en película de acción: México y Canadá. Gracias al T-MEC, ambos quedaron exentos, al menos temporalmente, de las tarifas. Trump, en su discurso, aseguró que sus “aliados continentales” habían demostrado ser “socios leales”, pero lo cierto es que el tratado comercial tiene candados que impiden aplicar estas medidas de forma unilateral sin consecuencias legales.

Esto no significa que México pueda dormirse en sus laureles. La exención no es un regalo eterno: depende de cumplir reglas muy específicas del tratado, en temas como reglas de origen, condiciones laborales, propiedad intelectual y comercio digital. Si en algún momento Trump considera que México “rompe el pacto”, la espada arancelaria podría caer sin aviso previo.

Ahora bien, no todo sería tragedia. A veces, de la crisis nace la oportunidad, y esta vez le tocó a México sacar boleto dorado. Con medio mundo molesto con Estados Unidos, el turismo internacional ha empezado a voltear a ver a otras opciones más amigables. Y ahí está México, como ese vecino simpático que siempre tiene una cerveza fría y buena comida.

Las búsquedas de vuelos a Estados Unidos cayeron casi un 20% en apenas tres días, mientras que las agencias de viaje comenzaron a reportar un alza del 12% en reservaciones hacia México. Y eso que todavía falta lo mejor: en poco más de un año, nuestro país será anfitrión de la inauguración del Mundial de Fútbol 2026. Si el clima político y económico se mantiene favorable, podríamos tener uno de los mejores años turísticos de nuestra historia reciente.

Y no hablamos solo de Cancún o Los Cabos. Las ciudades sede como Guadalajara, Monterrey y CDMX están en plena transformación para recibir a miles de visitantes. Restaurantes, hoteles, transportes y hasta las abuelitas que rentan cuartos por Airbnb se están preparando. A eso se le llama estar en el lugar correcto, en el momento exacto… y con el rival equivocado enfrente.

¿Qué debe hacer México ante el “peleonero Trump”?

Ahora bien, no todo es celebrar. México tiene ante sí un reto diplomático enorme: mantener a Trump de buenas. Porque sí, puede ser impredecible, pero no es imposible. La estrategia debe ser clara: mano firme en los intereses nacionales, pero sin caer en provocaciones. Mostrar cooperación en temas bilaterales como migración, seguridad fronteriza y comercio, sin ceder soberanía ni dignidad.

El gobierno mexicano debe reforzar sus canales diplomáticos, mantener un frente unido con Canadá y, sobre todo, abrir nuevos mercados. Asia, Sudamérica y Europa son regiones con las que México puede fortalecer intercambios. Mientras Trump cierra puertas, México debe abrir ventanas y balcones.

También hay que reforzar la economía interna: invertir en infraestructura logística, mejorar los puertos, las aduanas, la cadena de suministro nacional. Porque si Estados Unidos se convierte en un socio inestable, el país necesita estar preparado para resistir y adaptarse.

Trump, con su arancelazo histórico, creyó que estaba blindando a su país, pero terminó aislándolo. El mundo le respondió con sanciones, reclamos y cancelaciones. Y México, que históricamente ha sufrido los vaivenes del vecino del norte, esta vez quedó en la banca viendo cómo otros se llevaban los golpes.

El reto será mantenerse ahí: lejos del pleito, pero cerca del balón. Y si lo jugamos bien, no solo llegaremos al Mundial 2026 como anfitriones… sino también como campeones del juego diplomático.

Les comparto una columna sobre cómo Trump desató un caos global con sus aranceles, el impacto en los mercados, el papel del T-MEC y la oportunidad que se abre para México en turismo

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto