La Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró hoy su llamado a la adopción del plan estandarizado para los empaques de todo tipo de productos fabricados con tabaco, tomado por primera vez por Australia en 2012.
En el Día Mundial sin Tabaco recordó que cada segundo muere una persona por alguna enfermedad vinculada a ese tipo de consumo, unos seis millones de decesos al año, que se espera lleguen a ocho millones para 2030.
Más del 80 por ciento de esas muertes, que son prevenibles, ocurren en países de ingresos bajos y medianos, acotó la organización en su sede de Ginebra, Suiza.
Este plan prohibe el uso de logotipos, colores, marcas, imágenes o información promocional en los empaques, mientras que los nombres y marcas de los productos deben exhibirse en colores y fuentes prefijados.
Los colores a usar deben ser blanco y negro o cualesquiera otro par siempre y cuando sean contrastantes entre sí y de acuerdo a las regulaciones de cada país.
Se acepta la marca o el nombre del fabricante así como información de contacto, la cantidad del producto que se empaca pero sin ninguna clase de logotipo.
Lo que se busca es reducir el atractivo de los productos tabacaleros, eliminación del atractivo de los empaques, evitar la sugerencia de que un tipo sea menos dañino que otro, así como aumentar la información sobre los daños a la salud.
Australia fue el primer país en aplicar este plan, y a partir de este mismo mes se han sumado Francia y Reino Unido.
La evidencia australiana revela que la medida ha comenzado a lograr sus objetivos en materia de salud pública, señaló la OMS.
Australia, por su parte, ha completado el plan de empaque con medidas propias, como el alza de los impuestos, que apenas el pasado tres de mayo fue reiterado, con 12.50 por ciento de incremento anual en el próximo cuatrienio.
Para 2020 un paquete de 25 cigarrillos costaría casi 40 dólares australianos (30 dólares estadunidenses), suficiente para renunciar a fumar, dijo una consumidora al programa AM de la cadena australiana ABC.
Pero el alza de impuestos también ha desatado el tráfico ilegal de tabaco, vinculado con el crimen organizado, reportó por su parte el sitio news.com.au.
La industria tabacalera ilícita australina distribuye cada año 2.4 millones de kilogramos de tabaco, que representa 14.3 por ciento del consumo de este producto en el país.
El sitio australiano de noticias precisó que una cajetilla con 20 cigarrillos proveniente de China cuesta a la fecha 10 dólares australianos (7.25 dólares estadunidenses), pero sin que se sepa la clase de químicos que trae.
Publimetro