Los chihuahuenses habrán de enfrentar en los próximos meses un reto prioritario para la vida democrática de la entidad: Unión Ciudadana hace un llamado a las y los chihuahuenses a sumarse a la lucha contra la corrupción, considerando que solamente mediante una creciente exigencia se dará el debido cauce y atención a la denuncia vigente que demanda se investiguen y castiguen en su caso los abusos del actual gobernador César Duarte Jáquez.
Es de reconocer que en el marco de participación electoral, Chihuahua es de nueva cuenta líder, pero en abstencionismo. Los resultados del PREP respecto de las elecciones registradas el pasado 7 de junio así lo confirman. Chihuahua fue el estado con el segundo más alto índice de abstencionismo con el 68%, superado en este rubro sólo por Baja California.
A pesar de todos los recursos gastados en la campaña por el Gobierno del Estado, directamente o a través de empresas subordinadas a él, Duarte cuenta apenas con el apoyo activo de uno de cada diez ciudadanos chihuahuenses, al obtener alrededor del 34 por ciento de los sufragios, de un universo del 32% de los votantes.
Con excepción del distrito sexto, aquellas circunscripciones donde hubo menos abstencionismo y más votos tricolores fueron los distritos quinto, séptimo y noveno, con amplia zona rural. Los candidatos priístas ganaron con facilidad en aquellos distritos que comprenden municipios en extrema pobreza, desinformados, muchos de ellos controlados por el narcotráfico. Ahí donde los candidatos y partidos de verdadera oposición no pudieron siquiera hacer campaña, el PRI se sirvió con «la cuchara grande».
A comparación del 2012, el PRI quedó prácticamente igual, con el 29% de la votación; aunque ahora se le suma todo el desprestigio y deterioro de la administración de Enrique peña Nieto, quien de acuerdo a la última medición del periódico Reforma, cuenta con el 39% de la aprobación ciudadana, el nivel más bajo de popularidad que ha registrado un presidente de la república desde 1995. De la misma forma, su gabinete obtuvo en promedio una puntuación de 4.5 y el 62% de los encuestados afirmó que el país va por mal camino.
A todo lo anterior hay que sumar el alto grado de anulación de votos: en Chihuahua la cifra alcanza un total de 46,845 sufragios.
Jaime García Chávez, precursor de la denuncia contra Duarte y líder de la organización, consideró que “no es ciertamente el nivel de participación electoral un tema que ocupe en forma directa las tareas y objetivos del Movimiento Chihuahuense contra la corrupción ‘Unión Ciudadana’, sin embargo, es un referente que permite confirmar el alto grado de insatisfacción ciudadana hacia quienes detentan el poder político en la entidad”.
Por ello mismo, – explicó – esta organización se ha dado a la tarea de analizar qué sucedió en los pasados comicios federales en Chihuahua, a la par de replantear e intensificar nuevas acciones ciudadanas para las próximas semanas, en un esfuerzo para propiciar el necesario cambio en Chihuahua desde la lucha contra la corrupción.
Por su parte, el activista Víctor Quintana Silveyra realizó dos reflexiones al respecto: «la primera, que el gobierno de Duarte gana las elecciones sólo gracias al abstencionismo de dos de cada tres votantes potenciales y al acarreo, compra y manipulación del voto de la pobreza, de la desinformación y del temor. Segunda, que la conciencia anti-corrupción que ha promovido Unión Ciudadana funciona, como puede mostrarse en los niveles de participación y de voto por partidos de oposición en el municipio de Chihuahua», dijo.
En este sentido figura en primer lugar el poder de las redes de internet, donde hemos constatado la fortaleza en comunicación que tenemos a fin de intensificar el activismo que nos visibilice en las calles. Así pues, el verdadero ejercicio de aprobación o no al gobierno de Duarte será el próximo año cuando se elija al nuevo jefe del ejecutivo estatal y la opinión de los ciudadanos se demuestre nuevamente en las urnas.