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Opinión

En Chihuahua, urge la intervención justiciera del gobernador Por Antonio Escamilla Meza

“Chihuahua Vive luchará contra el dolor de quienes menos tienen… erradicará la discriminación que padecen los más vulnerables” (Lic. César Horacio Duarte Jáquez, en su toma de protesta como Gobernador)

 

El 11 de noviembre del 2010, a los pocos días de que el Lic. César Horacio Duarte Jáquez, asumiera la gubernatura del Estado,  el comité estatal antorchista le solicitó formalmente al Gobernador, mediante oficio, la solución a un pliego petitorio compuesto por demandas de elemental justicia social en beneficio de miles de chihuahuenses, integrantes o no de la organización.

Han transcurrido ya más de un año y siete meses; del pliego petitorio original en donde se planteaban alrededor de 260 propuestas de agua potable, drenaje, electrificación, escuelas, espacios deportivos, salones de usos múltiples, plazas públicas, seguridad, ampliación de rutas de camiones urbanos, lotes para vivienda popular, paquetes de materiales, programas de escrituración y titulación de predios urbanos, etc., hasta el momento se ha atendido alrededor de 30, es decir, el 12% del universo total de peticiones.

En concreto: obras de agua potable para 11 colonias populares, 9 electrificaciones, 2 obras de infraestructura social, 4 obras educativas, y el inicio de un programa de vivienda para   9, 000 familias; prácticamente, en todas estas obras los beneficiarios ha aportado recursos económicos o están por aportarlos como una manera de contribuir con su propio progreso. A pesar de lo magro de los resultados, los antorchistas, dado que sabemos ser agradecidos y tolerantes, mediante diferentes actos, como en la celebración de nuestro 37 aniversario realizado en Vista Cerro Grande  el 17 de octubre pasado, como en un desplegado de circulación estatal, como en múltiples reuniones y en eventos presididos por la Junta Municipal de Agua y Saneamiento y por el Diputado Local Ricardo Boone, entre otros, hicimos un reconocimiento público al Gobernador del Estado por haber atendido en ese porcentaje el citado pliego.

Sin embargo, como es evidente, está pendiente todo lo demás; y tal parece que, el resto de peticiones y las que se han venido acumulando en el transcurso de los meses, a algunos de los funcionarios públicos del Estado les parece una exageración inconmensurable, un abuso del derecho de petición de los antorchistas, como si éstos quisieran todo el presupuesto estatal para ellos solos. Pero se equivocan, cometen un grave error de apreciación y una gran deshonestidad quienes así plantean las cosas.

Por principio de cuentas, no es culpa de Antorcha que haya tanta miseria, tanto abandono, tanta falta de servicios, tanta falta de progreso en las colonias y pueblos marginados, ni que la gente agraviada busque una alternativa de lucha que sirva de válvula de escape ante la inconformidad; no es culpa de los antorchistas que todos los que ahora son autoridades, producto del voto popular, al calor de la campañas políticas hayan generado tantas expectativas para resolver esa problemática entre sus ahora gobernados.

En segundo lugar, el ciudadano común, el obrero, el campesino, el ama de casa modesta, el vendedor ambulante, el albañil, etc., se preguntan: si no hay recursos para resolver, por ejemplo un problema de falta de agua potable, de luz, de drenaje, de alimentación para los pobres, ¿Cómo sí hay para hacer obras suntuosas, de embellecimiento urbano? ¿Así se aprovechan mejor los impuestos que pagamos?

En tercer lugar, ¿es mucho pedir cuando lo que se solicita son demandas tan justas como agua potable, drenaje, electrificación, mejoramiento a las humildes casas, aulas para escuelas (como el Jardín de Niños de La Soledad, cuyos niñitos sufren en horribles hornos o congeladoras según el clima de la temporada), despensas para los hambrientos?.

En cuarto lugar, ¿es justo acusar de abusones cuando piden justicia social a quienes pagan impuestos por tener un predio, por tener un vetusto vehículo, por comprar la canasta básica o la ropa más elemental, por tener un modesto changarrito; es justo tratar de aprovechados a quienes producen la riqueza material con su fuerza de trabajo puesta en acción, riqueza material de la que se adueñan unos cuantos dejando en la miseria y en el abandono a millones de seres humanos?

En quinto lugar, ¿es honesto, y políticamente apropiado, pensar: ¡para los pobres, no hay recursos!, ¡que se conformen con lo que tienen o con lo que les damos!, cuando el Gobierno del Estado de Chihuahua, tan sólo en el  2011 manejó la “friolera” de 44, 317, 222, 798 (cuarenta y cuatro mil, trescientos diecisiete millones, doscientos veintidós mil, setecientos noventa y ocho pesos), según el Estado de Origen y Aplicación de Recursos de ese Gobierno, del periodo 1 de enero al 31 de diciembre de 2011?

En Antorcha pensamos que lo más justo y honesto sería que las demandas y compromisos que hemos planteado como urgentes y prioritarias se atendieran por los servidores públicos encargados de hacerlo, si tuvieran un mínimo de responsabilidad y visión de futuro, pero que si no quieren o no pueden, es decir, si son insensibles o incapaces (y desde luego que no me refiero a su capacidad personal) para cumplir con la misión de servir al pueblo, pues, que salga a la palestra el señor Gobernador, escuchando de viva voz las inconformidades y las preocupaciones de un sector de chihuahuenses, que se identifican plenamente con su proyecto de gobierno plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo, para que, mediante su intervención decidida y expedita, se les haga justicia a miles de chihuahuenses pobres.

 

 

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Opinión

Ken Salazar: ¿Embajador o Actor de Telenovela? Por Caleb Ordoñez T.

¡Ah, Ken Salazar! El embajador de Estados Unidos que nos ha dejado perplejos con sus altibajos políticos, sus declaraciones dignas de un guión de serie, y su relación complicada con la Cuarta Transformación. Si algo ha demostrado este diplomático es que puede pasar de ser el mejor amigo de la 4T a su crítico más feroz, dependiendo de cómo soplen los vientos en Washington. Vamos, que ni él mismo parece saber en qué equipo juega.

La historia de Salazar en México comenzó con un apoyo incondicional a la estrategia de seguridad de López Obrador. “Queremos ayudar a México”, decía con entusiasmo. Todo iba viento en popa: AMLO estaba contento, Salazar estaba contento, y la relación bilateral estaba, si no perfecta, al menos pacífica. Pero, de repente, Salazar empezó a lanzar críticas, como si su personaje hubiese sufrido un cambio drástico de dirección. ¿Qué pasó? Pues, para sorpresa de todos, ¡Donald Trump volvió al juego! Y al parecer, eso trajo consigo una versión “Ken Salazar 2.0”, una más crítica y menos amigable.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

La situación llegó al punto de que Marcelo Ebrard, nuestro ex canciller, tuvo que enviarle un mensaje directo (aunque con tono irónico y de pulida diplomacia): “Dear Ken, what are you talking about?”. ¿Qué habrá pensado Salazar al leer esa frase? Porque para el diplomático promedio, una indirecta así es casi un grito. ¡Imagínense! Si hasta los memes en Twitter le daban vuelta, como si se tratara de una pelea entre amigos que ya no se soportan.

Por si fuera poco, Sheinbaum, en una de sus mañaneras, no perdió la oportunidad de hacer un comentario jocoso sobre los vaivenes del embajador. “Es que Ken se confunde”, dijo en tono irónico, como quien habla de un viejo amigo algo despistado. Claro, el comentario causó risas entre los presentes, pero también dejó en claro que el equipo de AMLO ya no se toma muy en serio las críticas de Salazar. Tal parece que la figura de Salazar es ahora vista como una especie de personaje excéntrico, más digno de un episodio de sátira política que de una embajada.

Pero lo realmente intrigante es: ¿quién podría suceder a Ken Salazar si Trump llega a la Casa Blanca nuevamente? ¿A quién enviaría el expresidente a continuar esta telenovela diplomática? Tal vez podríamos ver a alguien de su círculo más leal, como un Mike Pompeo, experto en lanzar dardos con una sonrisa, o, por qué no, a alguien más peculiar y polémico, como un Rudy Giuliani, quien seguramente haría de la embajada un espectáculo.

La verdad, sea quien sea, seguro nos traerá más drama. Porque, al parecer, la embajada de Estados Unidos en México ya no es un puesto diplomático, sino un auténtico reality show político, donde el que llega, o es nuestro mejor amigo, o el villano de la temporada. Así que preparemos las palomitas, porque la novela de Ken Salazar, o de su posible sucesor, seguro aún nos tiene reservadas muchas sorpresas.

Y un edificio nuevo.

La embajada de Estados Unidos en México está casi lista, con un avance notable, y no podemos evitar preguntarnos: ¿vendrá Trump a cortarle el listón si gana en 2024?

Imaginemos el espectáculo: Sheinbaum dando la bienvenida en la mañanera y un Trump republicano hablando de “buenos vecinos” (entre ironías y sonrisas forzadas). ¿Cómo gestionarán esta relación diplomática? Seguro veremos un juego interesante de diplomacia y un poco de sarcasmo, donde ambos bandos tendrán que bailar al ritmo de las relaciones exteriores. Con Trump y Sheinbaum, podríamos estar ante el evento del año… o de la más extraña comedia política.

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