El equipo del Proyecto Templo Mayor (PTM) encontró un bajorrelieve con la imagen de un águila real, que mide 1.06 metros de largo y 70 centímetros de ancho, que correspondería al gobierno de Motecuhzoma Ilhuicamina (1440-1469 d.C.).
La expresión escultórica fue hallada en el cruce de las calles República de Argentina y República de Guatemala, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, al pie del Templo Mayor, en el eje central de la «capilla» dedicada a Huitzilopochtli.
«Si bien fue en febrero de 2020 cuando un equipo multidisciplinario concluyó la liberación y la limpieza de esta itzcuauhtli, voz nahua que significa «águila de obsidiana», y con la cual los mexicas se referían al águila real (Aquila chrysaetos canadensis), es ahora, cuando se ha profundizado su investigación en gabinete, que se da a conocer el hallazgo», informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
La figura del águila real fue labrado en tezontle rojo y de acuerdo con sus dimensiones: 1.06 metros de largo por 70 centímetros de ancho, fue catalogado como el bajorrelieve de mayor tamaño dentro de un conjunto de 67 elementos similares encontrados hasta el momento en el Templo Mayor.
El bajorrelieve se encontraba al pie de la edificación más importante para los mexicas y en el eje central que cruza la «capilla» de Huitzilopochtli y la escultura monumental de la diosa Coyolxauhqui. También está próximo al Cuauhxicalco, edificio circular cuyo nombre se traduce como «lugar de la jícara del águila», donde, según documentos del siglo XVI, se realizaban las incineraciones rituales de los gobernantes tenochcas.
El hallazgo se dio durante la novena temporada de campo del PTM, informó el arqueólogo Rodolfo Aguilar Tapia. En ese tiempo, los trabajos estuvieron centrados en la exploración del «puente liga» que une a las calles de Guatemala y Argentina, donde en la época prehispánica se ubicaba la plaza oeste del Recinto Sagrado de México-Tenochtitlan.
Este piso es único en todo el Templo Mayor ya que contiene bajorrelieves que aluden a la concepción dual del edificio. Del lado sur, donde estamos explorando, se encuentran elementos como esta águila, vinculados con el ciclo mítico del nacimiento de Huitzilopochtli; mientras que al norte, los bajorrelieves localizados anteriormente —los primeros en 1900 por Leopoldo Batres, y los posteriores por el PTM y el Programa de Arqueología Urbana (PAU)— contienen representaciones asociadas con Tláloc, el ciclo del agua y la regeneración del maíz», dijo Aguilar Tapia.
La pieza tiene un buen estado de conservación, señaló el arqueólogo, porque el piso de la plaza «fue cubierto desde tiempo prehispánicos, durante las ampliaciones del Templo Mayor».
A pesar de que los trabajadores tuvieron que parar los trabajos por la pandemia, los especialistas indagaron realizaron investigación de gabinete sobre el hallazgo del bajorrelieve.
Una de esas representaciones, señala Aguilar Tapia, está en la Lámina 50 del Códice Borgia, donde se muestra un águila real posando encima de un mezquite, árbol que surge desde una deidad descarnada: «Lo interesante es que esta imagen es iconográficamente muy similar al bajorrelieve que encontramos en campo, en ambas representaciones las plumas rematan en forma de cuchillos sacrificiales, los cuales aluden al nombre nahua del ave: águila de obsidiana».
Ahora, los trabajos estarán centrados en terminar la exploración del piso donde se encuentra en bajorrelieve, «para buscar otros más y luego, con extremo cuidado, retirarlos temporalmente y poder indagar debajo de ellos en pos de ofrendas u otros elementos arquitectónicos. Tras todo este proceso exploratorio, con apoyo de especialistas en restauración, volveremos a colocar cada bajorrelieve en su lugar preciso», dijo el arqueólogo.
El PTM tiene la intención de que luego de sus investigaciones, los bajorrelieves puedan mostrarse al público en su posición original: al pie poniente del Templo Mayor.