Una decena de alfareras rarámuri será la primera en disponer de un horno libre de humo en Chihuahua, y la onceava en México, gracias a la inversión de 90 mil pesos por parte del Gobierno del Estado a través de Fodarch, y 240 mil pesos de la Escuela Nacional de Cerámica.
Isela Martínez Díaz, directora del Fomento y Desarrollo Artesanal del Estado de Chihuahua (Fodarch), anunció ante los medios de comunicación la próxima inauguración de esta obra de “gran sentido social y cultural”, dijo.
Informó que el protocolo se hará este jueves 18 de julio a las 12:30 horas, en la localidad de Ocochochi, Bocoyna, ubicada a 6 kilómetros del Pueblo Mágico de Creel, con la primera quema del horno que tiene capacidad de hasta 300 piezas de manera simultánea, como acto central.
El primer grupo beneficiado –indicó- se integra por 10 artesanas de varias comunidades aledañas a Ocochochi, como San Ignacio de Arareco, Pichiki, Gonogochi, Navahuachi, Ruchirasi, y Tabachi.
Martínez Díaz señaló que por instrucciones del gobernador Javier Corral Jurado, en la actual administración se ha hecho una transformación total del Fodarch como organismo público descentralizado.
De ser una mera transitó a consolidarse como un verdadero organismo de promoción y desarrollo de los pueblos originarios, así como un espacio para el rescate, preservación, e innovación comercial de su artesanía.
Refirió que el proyecto fue presentado ante varias comunidades rarámuri de Bocoyna, quienes mostraron gran interés, de manera que apoyadas por la Presidencia Municipal, gestionaron la donación del terreno ejidal necesario para su instalación.
Agregó que la construcción tomó tres semanas, a cargo de cinco integrantes de la Escuela Nacional de Cerámica y con la asesoría del especialista mundial de origen japonés, Masakazu Kusakabe.
Las artesanas tomaron cursos de esmaltado y procesos técnicos cerámicos, y de costos, mercadotecnia, y embalaje.
Respecto a la operación dio a conocer que se permitirá una sola quema cada semana o quincena, aunque podrá ser durante todo día, para favorecer el trabajo en equipo.
Este proceso y la capacitación previa permitirán incrementar la producción y calidad de las piezas, para mejorar los ingresos económicos de las alfareras rarámuri que contribuyen al sustento de su hogar.
Además, se planea replicarlo en la localidad de Sojaguachi, Bocoyna, y en Ciudad Madera, al instruir a la población sobre cómo construirlo al enseñarles las ventajas que ofrece como las de hacer más eficiente la combustión y reducir el consumo de materia prima, lo cual tiene beneficios directos para la salud y el medio ambiente.
A la conferencia asistieron también, Gabriel Ornelas Marín, coordinador de desarrollo e Impulso a Artesanos; Elena Acuña Pérez, coordinadora de Fomento y Difusión, y Griselda Echánove, coordinadora comercial.