México se prepara para ser una de las sedes del Mundial de Fútbol 2026, un evento de magnitud global que traerá consigo una serie de transformaciones en la infraestructura del país. Con la Copa del Mundo extendiéndose entre México, Estados Unidos y Canadá, el país azteca recibirá partidos en varias ciudades, y se está llevando a cabo una serie de inversiones clave para garantizar que la experiencia de los aficionados, jugadores y autoridades sea excepcional.
Remodelación de estadios: El Estadio Azteca como protagonista
Uno de los proyectos más emblemáticos en México es la remodelación del Estadio Azteca en Ciudad de México. Este coloso, que ha albergado dos finales de la Copa del Mundo (1970 y 1986), está recibiendo una inversión de 550 millones de pesos mexicanos para mejorar su infraestructura. La renovada capacidad del estadio, que podrá albergar hasta 87,523 espectadores, será crucial para los partidos del Mundial 2026. Esta actualización se suma a la mejora de las instalaciones internas, incluyendo la modernización de los vestuarios y la creación de zonas VIP para cumplir con los estándares exigidos por la FIFA, según explican los expertos de Bonos de Bienvenida.
La obra también incluye la mejora de la accesibilidad y la seguridad en las instalaciones, asegurando que tanto jugadores como aficionados puedan disfrutar del evento con las máximas garantías. La remodelación es parte de un esfuerzo más amplio para actualizar los estadios en todo el país y proporcionar una experiencia de clase mundial a los asistentes (Infobae, 2024).
Inversiones en movilidad y seguridad
México también está invirtiendo en infraestructura urbana para mejorar la movilidad y la seguridad en las ciudades que serán sede del Mundial. En Ciudad de México, por ejemplo, se están desarrollando proyectos de modernización del transporte público y de las rutas de acceso a los estadios. La construcción de nuevos trenes y la ampliación de las estaciones de metro son solo algunas de las iniciativas impulsadas por las autoridades locales.
El gobierno de la Ciudad de México destinará recursos para optimizar la movilidad y hacer más eficientes los desplazamientos de los millones de turistas que se esperan durante el evento. En particular, se están invirtiendo 3,000 millones de pesos en un plan de modernización del sistema de transporte público, que incluirá la mejora de la conectividad entre el aeropuerto, los estadios y las zonas turísticas más relevantes. Además, se planea la creación de nuevas rutas de autobuses y la ampliación de las ciclovías para fomentar una movilidad sostenible.
A la par de estas mejoras en transporte, las autoridades mexicanas también están enfocadas en garantizar la seguridad. Se están destinando recursos adicionales para la formación de fuerzas de seguridad especializadas en grandes eventos, con el objetivo de asegurar que los asistentes puedan disfrutar de la Copa del Mundo en un entorno seguro. Las inversiones en tecnología de vigilancia y comunicación son clave en este aspecto, para garantizar la seguridad tanto en los estadios como en los puntos de mayor concurrencia (Bloomberg Línea, 2024).
Otras inversiones clave en infraestructura
Además de las remodelaciones en los estadios y mejoras en la movilidad y seguridad, México está invirtiendo en la infraestructura turística y hotelera. Se prevé una expansión significativa de la capacidad hotelera en las principales ciudades sede del Mundial, con el fin de albergar a los miles de turistas que llegarán para presenciar los partidos. En total, se estima que se invertirán más de 10,000 millones de pesos en este sector, generando miles de empleos y potenciando la economía local.
Otro aspecto importante es el desarrollo de infraestructuras relacionadas con los servicios básicos, como la mejora de los sistemas de agua potable y electricidad, así como la expansión de las redes de telecomunicaciones para asegurar una conectividad de alta calidad durante el evento. Las inversiones en estos rubros no solo garantizarán el éxito del Mundial, sino que también dejarán un legado de infraestructura de calidad para los años venideros.