El uso de teleprompter por los funcionarios públicos y candidatos, como Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), «no reduce sus capacidades políticas», pero esa herramienta debe ser utilizada como un método de apoyo y no para una lectura textual, aseguran especialistas en imagen pública y discurso político.
El error del priista en la ceremonia de Dolores Hidalgo, Guanajuato, fue haber leído textualmente en el teleprompter, lo que evidenció ante los medios de comunicación la parte fundamental de su discurso, que fue el «Sí, protesto, por la grandeza de México», según el consultor en imagen pública Álvaro Gordoa.
«Leer un discurso es poco natural, es frío, es impersonal, aprenderse un discurso de memoria es complicado; por lo tanto, la manera correcta es estar recibiendo las ideas importantes para después desarrollarlas de manera libre», dijo Gordoa.
El uso de la herramienta por Peña Nieto causó fuertes críticas de los usuarios de las redes sociales, que con sus comentarios generaron los tópicos #EPNTeleprompter y #Teleprompter. También circularon montajes del priista leyendo desde el aparato.
«El teleprompter es normal y permitido, se debe convertir en el tarjeteo de los tiempos modernos. (…) El error de Enrique Peña Nieto fue olvidar el contexto. La vulnerabilidad a partir del caso de la FIL (Feria Internacional del Libro) y de que la gente empezó a decir que no puede salirse del guión, esto hace que el uso de teleprompter sea leña para ese fuego de la opinión pública de las críticas y por supuesto para la guerra sucia», dijo Gordoa.
En diciembre pasado, el precandidato del PRI fue objeto de críticas cuando no pudo enlistar los tres libros que han marcado su vida. La crisis en su equipo empeoró a causa de un mensaje que retuiteó su hija Paulina, en el que su novio llamaba «prole» a los que criticaban a su papá.
«Los políticos suelen usar esa herramienta para que no se preste en ninguna circunstancia a que falte claridad en el mensaje, en una toma de protesta, un informe de gobierno o una visita de Estado», dijo José Carreño Carlón, profesor de Comunicación de la Universidad Iberoamericana (UIA).
Peña Nieto leyó este lunes su discurso de toma de protesta que duró más de 10 minutos, desde uno de los dos aparatos teleprompter que fueron colocados en el auditorio municipal Mariano Abasolo de Dolores Hidalgo.
El mensaje del aspirante presidencial estaba escrito en su mayoría en letras blancas y se utilizó tipografía en amarillo para indicar que Peña Nieto debía hacer énfasis o levantar la voz al leer.
«Creo que no se debe criticar a nadie por leer un discurso, más cuando es un discurso importante en un acto solemne. Lo demás me parece exagerar en querer construir un estereotipo en torno a un candidato», dijo Luis Videgaray, coordinador de campaña del priista.
Para José Carlos Castañeda, consultor de comunicación política en Central de Estrategias Políticas, la crítica en las redes sociales fue «simplista» porque no considera los requerimientos «para construir a un candidato en una parte muy importante que es la oratoria, y leer de un teleprompter también requiere capacitación».
El discurso en otros países
El teleprompter ha sido utilizado por el presidente Felipe Calderón para sus mensajes a la nación o informes de Gobierno, y también es herramienta de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos y algunos jefes de Estado, coincidieron los especialistas.
Sin embargo, también tiene sus detractores. Rick Santorum, precandidato presidencial republicano, planteó que el teleprompter se prohibiera en las campañas políticas. «Siempre he creído que cuando se aspira a la presidencia de Estados Unidos debería ser ilegal leer un teleprompter, porque lo que acabamos haciendo es leer las palabras de otra persona a la gente», dijo recientemente.
Carreño Carlón señaló que «el presidente (Barack) Obama es un genio para manejar el teleprompter y eso no le quita ninguna capacidad. El teleprompter y otras tecnologías están para eso, para ser utilizadas (…) Políticos de todo el mundo lo usan porque sirve para cuidar la integridad del mensaje».
Obama ha sido criticado por utilizarlo y el tema es empleado por los republicanos, quienes consideran que el presidente estadounidense no es capaz de dar un mensaje sin ese apoyo.
Newt Gingrich, otro precandidato republicano, dijo en noviembre que lo llamaba a debatir y que no tendría problema con que lo ocupara: «Ya dije que si quiere usar un teleprompter por mí estaría bien. Tiene que ser justo. Si fueras a defender el ObamaCare, ¿no querrías un teleprompter?».
«Todos los personajes de alta visibilidad política tarde o temprano lo han usado o usarán», comentó Gordoa, pero aclaró que debe ser una herramienta para recibir las ideas clave que el orador debe desarrollar.
Hay muchos otros oradores políticos que no leen su discurso y recurren a la improvisación como el expresidente de Cuba, Fidel Castro, o el mandatario venezolano, Hugo Chávez, quienes tienen récords de hablar en público por 12 y nueve horas, respectivamente.
«Es una práctica diferente, de otra época del discurso político. Fidel Castro lo hacía con una serie de apuntes y a partir de ellos iba tejiendo ideas o hasta improvisando. (…) Chávez tiene una gran capacidad de retención pero sus circunstancias no lo obligan a enfatizar la claridad del mensaje, por eso puede cantar, improvisar», dijo Carreño Carlón.
You must be logged in to post a comment Login