En plena ola de brotes de coronavirus y sin que se haya superado todavía la pandemia, entre 2 mil 500 y 3 mil participantes, según fuentes de la Delegación del Gobierno, se han concentrado esta tarde de domingo en la plaza de Colón, en Madrid, en protesta por el uso obligatorio de mascarillas siguiendo la convocatoria que ha promovido en redes sociales, entre otros, el cantante Miguel Bosé. Los asistentes han firmado un manifiesto “contra la falsa pandemia” donde ponen en duda las medidas tomadas por el gobierno de Pedro Sanchez, la veracidad de las Pcr y niegan que los asintomáticos puedan transmitir el virus.
Durante varias horas, los manifestantes han tomado la plaza al grito de “queremos ver el virus”, “bote, bote, bote, aquí no hay rebrote”, “no hay miedo”, “libertad, libertad”, “lo que mata es el 5G”. A la manifestación se ha unido el agricultor antivacunas Josep Pàmies, que ha instado a los presentes a ir a los barrios y a los pueblos a convencer a la gente de que el coronavirus no les debe preocupar. También estuvo presente la poeta y fotógrafa Ouka Leele, que ha invitado a la gente a quitarse el miedo al virus y respirar. “Para estar sanos tenemos que vivir, no podemos vivir como zombies con mascarilla por la calles”, ha afirmado Leele.
El objetivo de los organizadores era llegar a un millón de personas al tiempo que pidieron a los asistentes utilizar la mascarilla como pancarta. No han logrado ni una cosa ni otra. El número de asistentes se ha quedado muy por debajo de lo deseado por los convocantes y la mayoría de los que han acudido han decidido no usar mascarilla y saltarse la ley. “No damos a basto para estar pendiente de toda la gente que no tiene mascarillas, pero lo normal sería sancionarlos”, ha explicado un policía que estaba en la zona.
“No negamos el virus, sino las medidas que se han tomado para combatirlo. El número de muertes que hemos tenido no justifica que se pare la economía del país”, ha comentado Pablo Rivero, de 58 años, que ha venido desde Navarra en autobús para la concentración. A su lado, Carmen Lopéz, con sus dos hijos, afirmaba que había venido a Colón a manifestarse porque no quiere que sus hijos crezcan con miedo a una mentira creada por el Gobierno.
Con camisetas haciendo alusión a Miguel Bosé, los manifestantes nunca han logrado ver a uno de los líderes de esta manifestación. La cruzada del artista contra el coronavirus viene de lejos. Todo estalló el pasado junio. En un extenso hilo de Twitter, el artista se hacía eco de las teorías de la conspiración que apuntan a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es cómplice de un plan promovido por el multimillonario Bill Gates para, aprovechando las noticias sobre el coronavirus, a sus ojos una falsa pandemia, implantar a través de una vacuna igualmente fraudulenta un microchip con el que controlar a toda la población del planeta. Todo ello, con la ayuda del 5G, una tecnología que, insisten los expertos, no tiene ningún efecto en el ser humano.
“Por 8 mil ancianos que se han muerto, está parada la economía de un país’‘, ha gritado, micrófono en mano, Carmen Polo, de Stop Confinamiento España, uno de los grupos convocantes de la manifestación contra el uso obligatorio de las mascarillas en Madrid, una ciudad que, según las cifras oficiales, cuenta con casi 75.000 casos confirmados de coronavirus y 8.451 fallecidos.
Fuente: El País