Desde el primer minuto de este 19 de agosto de 2024, los trabajadores del Poder Judicial de la Federación han paralizado sus labores en todo el país. Esta acción, sin precedentes en la historia reciente, es una respuesta directa a la polémica reforma judicial impulsada por el Ejecutivo Federal, la cual busca que los jueces y ministrossean elegidos por voto popular.
Los trabajadores han calificado esta medida como un peligro inminente para la independencia judicial y un ataque directo a la estructura de contrapesos que sostiene la democracia en México. A este tema le suman, de acuerdo con sus palabras las afectaciones en salarios y fondo de ahorros de pensiones.
En un comunicado difundido ampliamente en medios y redes sociales, los trabajadores del Poder Judicial explicaron las razones detrás de su decisión de detener sus actividades de manera indefinida. El documento, dirigido tanto al Congreso de la Unión como al pueblo mexicano, deja en claro su postura firme contra la reforma que, según ellos, socava los cimientos mismos de la justicia en el país.
¿Qué es lo que piden?
La reforma ha generado una gran controversia al proponer que los cargos de jueces y ministros, tradicionalmente designados mediante procesos internos y especializados, sean sometidos a elección popular. Esta iniciativa, que según el Ejecutivo busca democratizar el acceso a la justicia, ha sido vista por los trabajadores del Poder Judicial como una amenaza que pondría en manos de la política decisiones que deberían ser técnicas y basadas en el derecho.
«Es un retroceso monumental», señaló Fernando Miguel, secretario de juzgado y uno de los voceros del movimiento. «La independencia del Poder Judicial no es un lujo, es una necesidad. Si permitimos que los jueces y ministros sean elegidos por voto popular, corremos el riesgo de que sus decisiones estén más influenciadas por intereses políticos que por la ley misma. Esto no es democratización, es politización de la justicia».
En el mismo comunicado, los trabajadores expresaron su preocupación por los impactos que la reforma podría tener sobre la carrera judicial, un sistema que, según ellos, garantiza que los puestos dentro del Poder Judicial sean ocupados por personal con la formación y experiencia adecuada.
«Eliminar la carrera judicial es un golpe directo a la profesionalización de nuestra labor», se lee en el texto. «Oficiales, actuarios y secretarios se verían gravemente afectados, ya que se estaría destruyendo la estructura que asegura un servicio de justicia imparcial y eficiente».
Las protestas se extienden por todo México
El paro laboral, que comenzó en el primer minuto de este día, ha sido acompañado por manifestaciones y protestas frente a varios edificios judiciales en todo el país. En la Ciudad de México, un numeroso grupo de trabajadores se congregó frente a la sede de la Suprema Corte de Justicia, mostrando pancartas y coreando consignas en defensa de la independencia judicial.
Algunos apoyan la necesidad de una mayor democratización en el proceso de selección de jueces y ministros, muchos otros han señalado los peligros de politizar el sistema judicial. «La independencia del Poder Judicial es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia», afirmó Claudia Sánchez, profesora de derecho constitucional.
«Alterar su estructura para someterla a los vaivenes de la política electoral podría tener consecuencias desastrosas para la imparcialidad de las decisiones judiciales».
Por su parte, el Ejecutivo Federal ha defendido la reforma argumentando que busca hacer más transparente y accesible el Poder Judicial para el pueblo. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar, y varios sectores han acusado al gobierno de intentar concentrar más poder en sus manos.
«Esta reforma es parte de una agenda más amplia para debilitar los contrapesos y concentrar el poder en el Ejecutivo», advirtió Julio García, analista político. En respuesta a estas acusaciones, el Ejecutivo ha sostenido que la reforma es necesaria para combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del sistema judicial.
«El pueblo tiene el derecho de elegir a quienes administran justicia en su nombre», declaró un portavoz del gobierno. «La elección popular de jueces y ministros permitirá un sistema más transparente y que rinda cuentas al pueblo, en lugar de mantenerse en manos de una élite desconectada de la realidad social».
Sin embargo, los trabajadores del Poder Judicial rechazan esta visión y mantienen que la verdadera motivación detrás de la reforma es debilitar la independencia judicial. El paro nacional no tiene una fecha definida de conclusión, y los trabajadores han declarado que continuarán con esta medida hasta que sus demandas sean escuchadas y la propuesta de reforma sea retirada o modificada para garantizar la independencia judicial.
Diputados y senadores declaran validez de reforma de supremacía constitucional
Las cámaras de Diputados y Senadores declararon la constitucionalidad de la reforma que impide impugnar cambios a la Constitución, apenas un día después de que aprobó la iniciativa.
La declaratoria se realizó con los legisladores de Morena y aliados presentes en el Congreso, mientras que los opositores se ausentaron de las respectivas sesiones.
«No puede ningún juez, ni jueza, ni ministro, ni magistrado, anular una norma jurídica del órgano reformador de la Constitución, no le es válido, no tienen competencia, no tienen facultades ni funciones para hacerlo», reiteró Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara de Diputados.
La declaratoria se realizó después de que la reforma fuera aprobada por 23 congresos locales.
Las Legislaturas estatales que avalaron los cambios fueron Estado de México, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán, Zacatecas, Ciudad de México, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Durango, Guerrero e Hidalgo.
En el Senado, el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, realizó la declaratoria de constitucionalidad de la reforma.
Hace poco más de 24 horas, con la mayoría calificada de 340 votos a favor, 133 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados aprobó, en lo general, el dictamen que reforma el artículo 107 y adiciona un quinto párrafo al artículo 105 de la Carta Magna, en materia de inimpugnabilidad de las adiciones o reformas a la Constitución Política.
Morenistas han señalado que con esta reforma se perfeccionarán los procesos constitucionales y reivindican las reglas del control de constitucionalidad que han sido sobrepasadas.
Además, se refuerza el razonamiento jurídico de la inimpugnabilidad »como regla y principio constitucional, asentando para no dejar lugar a dudas el criterio que ha imperado de manera inveterada, evitando sobreinterpretaciones que sean completamente ajenas y fuera de los márgenes de la Constitución».