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¿Este cura fue empujado por decir que ‘las gordas no van al cielo’?

Desde hace unos días circula en redes sociales un video un donde aparece un sacerdote que es empujado por una mujer en plena misa.
Varias publicaciones en español, portugués, inglés, francés y árabe, compartidas decenas de miles de veces en las redes sociales afirman que este sacerdote fue empujado por decir que “las gordas no van al cielo”. Otras entradas aseguran que la responsable del ataque que se ve en el video viralizado es una feminista. Sin embargo, el sacerdote no hizo ninguna referencia a mujeres gordas durante la homilía y no hay evidencia que vincule a la agresora con el movimiento feminista.
Mujer empuja a sacerdote por decir que ‘las gordas no van al cielo’”, asegura una de las entradas en español, compartida más de 17 mil veces en Facebook. Otras publicaciones (1 y 2), compartidas más de 11 mil veces en Twitter, afirman lo mismo, y agregan que el hecho tuvo lugar en Portugal. El mismo video circula también en portales en español, así como en publicaciones en francés, en árabe y en inglés.
El video es real. Se trata del padre brasileño Marcelo Rossi, conocido por promover la fe católica en misas televisadas, libros y CDs, quien fue empujado durante una misa celebrada el 14 de julio pasado en Cachoeira Paulista, Sao Paulo. Según lo reportado por medios brasileños, al menos 50 mil personas participaron de esta celebración, que era el evento de cierre de un encuentro católico de cuatro días.
Al analizar el video del incidente, se puede constatar que Rossi no estaba haciendo ninguna referencia a “mujeres gordas” en el momento en que fue empujado. “Estas manos ya no me pertenecen. Pecadoras, débiles, pero estas manos pertenecen a Jesús, ya que el sacerdote actúa en la persona de Cristo, para servir, para bendecir (…)”, dijo antes de ser interrumpido.
AFP Factual tuvo acceso a la transcripción completa de lo que dijo Rossi durante el evento religioso y pudo confirmar que el sacerdote no hizo ninguna mención a la frase que se viralizó.
Antes de ser empujado, Rossi estaba elogiando la madurez de los jóvenes presentes en el lugar y comenzaba a describir su experiencia como sacerdote, como revela el documento enviado a AFP Factual por la comunidad Canção Nova, organizadora del encuentro.
Además, una búsqueda por palabras claveen Google no arrojó ningún resultado que indique que el sacerdote haya dicho en el pasado que “las mujeres gordas no van al cielo” .
La falsedad de estas publicaciones también fue revelada por Agência Lupa.
Otra versión sobre el mismo video, que fue compartida más de 18 mil veces, afirma que la atacante es una feminista. “#Última moda de las #Feminazis que exigen respeto y tolerancia , ahora aventando sacerdotes al vacío, se infiltran en eventos religiosos, definitivamente el #Feminazismo abortero es un «Trastorno Mental», se lee en una entrada similar en Facebook que fue compartida más de 12 mil 700 veces.
Esta versión circuló en menor medida también en portugués (1, 2).
Sin embargo, no existe ningún indicio de que la mujer que empujó al padre Rossi esté vinculada al movimiento feminista.
Consultada por la AFP, la seccional policial de Guaratinguetá (Sao Paulo), donde ocurrió el hecho, identificó a la agresora solo como V. H. F. S., oriunda de Rio de Janeiro y de 32 años. Según la información obtenida, la mujer afirmó sufrir de confusión mental y estar bajo tratamiento psiquiátrico.
En una entrevista publicada en el sitio de noticias UOL, el comisario responsable del caso dijo que la mujer declaró que su intención solo era hablar con el sacerdote y no atacarlo.
En conclusión, es falso que el padre Marcelo Rossi haya sido empujado en una misa por decir que “las gordas no van al Cielo”. El sacerdote no hizo ninguna referencia de este tipo al momento del incidente. Tampoco hay evidencia alguna para afirmar que la responsable del ataque sea feminista, ya que su identidad permanece bajo reserva.

Excelsior

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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