México acapara la agenda diplomática de Estados Unidos, con un Diálogo de Alto Nivel este viernes en Washington sobre cooperación económica y otro la semana que viene en la capital mexicana sobre seguridad y en ambos casos estarán presentes la migración y el tráfico de fentanilo.
Estos diálogos son «el andamiaje para la cooperación» al permitir evaluar los progresos e impulsar «prioridades estratégicas» para el próximo año, explicó una funcionaria gubernamental estadounidense que pidió el anonimato en una rueda de prensa telefónica el jueves.
Los dos vecinos se enfrentan a desafíos, como la competencia de China y la invasión rusa de Ucrania, en su objetivo de «hacer de América del Norte la región económica más dinámica, competitiva y próspera del mundo», añadió.
Pero en medio de los retos se esconden oportunidades, como la energía limpia y la inteligencia artificial, dijo.
Esos buenos propósitos tropiezan con escollos como la política energética del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, sobre la que no se hablará en Washington, según un funcionario estadounidense que pidió el anonimato, y la decisión mexicana de restringir las importaciones de maíz transgénico.
La reunión del viernes es una oportunidad para «tener una discusión abierta y clara«, afirmó la funcionaria, sin especificar si se abordará el creciente poder económico que asumen los militares en México, donde gestionan aeropuertos, aduanas y puertos.
En el diálogo económico, lanzado en 2013 pero interrumpido bajo el mandato de Trump, participan los respectivos jefes de la diplomacia, el estadounidense Antony Blinken y la mexicana Alicia Bárcena, así como la secretaria de Economía de México Alicia Buenrostro y sus homólogas estadounidenses: la representante comercial Katherine Tai y la secretaria de Comercio Gina Raimondo.
Todos ellos intentarán avanzar en la agenda y definir «la trayectoria económica para el siglo XXI» en torno a industrias emergentes, como la producción de baterías para vehículos eléctricos, los minerales críticos y «economías unidas por fronteras seguras», señaló la funcionaria.
Prioridad migratoria
La situación en la frontera común es un tema explosivo en Estados Unidos en plena campaña electoral para las presidenciales de 2024. Sobre todo para el presidente demócrata Joe Biden, quien aspira a su reelección en estos comicios en los que podría tener como rival a su predecesor, el republicano Donald Trump.
Y también para México, que el año que viene elige al sucesor de López Obrador.
Los vecinos intentan coordinarse para gestionar la crisis con acuerdos como el de hace unos días, por el que México deportará a migrantes desde sus ciudades fronterizas a sus países de origen.
El número de migrantes en la frontera va en aumento. En agosto pasado Estados Unidos interceptó a más de 180,000 entre los puertos de entrada sin la documentación necesaria para entrar.
Tráfico de droga
La frontera también suscita debates acalorados en torno al tráfico de fentanilo, un opioide que mató a decenas de miles de personas en Estados Unidos en 2022.
Lo fabrican los cárteles de la droga mexicanos, según el gobierno de Biden, que intenta frenarlo con una batería de medidas.
Los republicanos acusan a México de no hacer lo suficiente y algunos piden que se declare que los cárteles son organizaciones terroristas para poner combatirlos dondequiera que estén, incluso en territorio mexicano.
Uno de los partidarios de ello es Trump, favorito para representar al partido republicano en los comicios de 2024. El segundo en las encuestas, el gobernador de Florida Ron DeSantis, también promete «usar las fuerzas armadas» contra los cárteles mexicanos si sale elegido.
Estos temas saldrán de nuevo a relucir el 5 de octubre durante el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel, que por parte de Washington contará con la presencia de Blinken, del fiscal general Merrick Garland, el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas y una asesora de seguridad de la Casa Blanca.