El ex vicepresidente del gobierno español y antiguo director gerente del FMI, Rodrigo Rato, ingresó este jueves en prisión para cumplir una pena de cuatro años y medio por un caso de corrupción relacionado con su gestión en el banco Caja Madrid.
Rato entró en la cárcel de Soto del Real y en las afueras del centro habló brevemente con la prensa para pedir «perdón a la sociedad y las personas que se hayan podido sentir decepcionadas o afectadas» por su actuación al frente de Caja Madrid.
«Asumo los errores que haya podido cometer», añadió el que fuera ministro de Economía durante ocho años (1996-2004) en el gobierno del conservador José María Aznar y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 2004 y 2007.
Rato, de 69 años, señaló en tono tranquilo que aceptaba sus obligaciones con la sociedad, en referencia a la pena de cárcel que se disponía a comenzar a cumplir, y también agradeció «el apoyo de todos los amigos y familiares» que ha recibido en los últimos días.
El ingreso en prisión se precipitó después de que la Audiencia Nacional rechazó ayer suspender su entrada en la cárcel a la espera del recurso que Rato prevé presentar ante el Tribunal Constitucional.
Rato fue condenado el año pasado a una pena de cuatro años y medio de prisión, una sentencia confirmada a comienzos de este mes por el Tribunal Supremo, por el uso de tarjetas opacas (denominadas «black») para gastos personales por parte de la cúpula directiva de la antigua Caja Madrid (actualmente Bankia).
El antiguo responsable de la política económica española eligió la cárcel de Soto del Real para favorecer sus futuros desplazamientos a la sede de la Audiencia Nacional, en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, donde el próximo 26 de noviembre comenzará otro juicio en su contra por la salida a bolsa de Bankia.
Y es que Rato aún tiene pendientes varios casos legales, con acusaciones de delito fiscal, corrupción y blanqueo de capitales, por su etapa al frente de esa entidad bancaria (2010-2012).