Más de nueve de cada 10 personas en el mundo viven en zonas con una contaminación del aire excesiva, lo que contribuye a problemas como derrames cerebrales, enfermedades cardiacas y cáncer de pulmón, dijo la Organización Mundial de la Salud.
El 92% de la población mundial reside en zonas donde la calidad del aire excede los límites marcados por la agencia sanitaria de Naciones Unidas, según su nuevo reporte. El sudeste asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental son las zonas más afectadas.
Las cifras por países se elaboraron a partir de nuevos datos de satélite además de con mediciones tradicionales de contaminación sobre el terreno en unos 3,000 puntos en todo el mundo, en su mayoría ciudades. Un informe similiar elaborado por el ente y emitido en mayo relevó que el 98% de los residentes en grandes ciudades de países con ingresos medios-bajos enfrenta a una contaminación aérea excesivamente alta.
Una de cada nueve muertes en todo el mundo está relacionada con la polución al aire libre y en el interior, señala la OMS.
Turkmenistán tiene la mayor tasa de muertes per cápita por contaminación ambiental en la clasificación de la OMS, seguido de Tayikistán, Uzbekistán, Afganistán, Egipto y China.
El reporte publicado el martes se centra en la contaminación al aire libre, que se estima mata a unos 3 millones de personas al año, según datos de 2012, los más recientes disponibles.
«Están ocurriendo dos cosas. Una es: los países ricos están avanzando mucho en mejorar la calidad del aire. Y la segunda: los países más pobres están empeorando. Esta es la tendencia general», señaló Carlos Dora, coordinador del grupo de la OMS de Determinantes Sociales de la Salud.
El objetivo es educar tanto a responsables políticos como individuos sobre los riesgos, en un momento de aumento de costes sanitarios. Dora destacó, por ejemplo, que los médicos podrían advertir a sus pacientes sobre los riesgos de enfermedades cardiacas en algunos países, o como las lámparas solares pueden sustituir a las queroseno que se usan en muchos países en desarrollo.
La OMS no tiene pruebas de que máscaras faciales como las que se emplean en muchas partes de Asia y otras zonas reduzcan la exposición a partículas finas, agregó.
América del Norte se comporta bien con respecto a Europa, en su mayoría por la mayor dependencia de Europa al diésel y por las políticas agrícolas que generan amoniaco y metano, expuso el experto.
Aunque China es el sexto país con mayor número de muertes per cápita por la polución ambiental, Dora agregó que está haciendo «una asombrosa cantidad de cosas» para luchar contra ella, como autos más limpios. Pero las fábricas eléctricas de carbón, la quema de madera y carbón para producir energía en los hogares y el transporte siguen siendo grandes generadores de contaminación en China, apuntó.
El Economista