El Parlamento Europeo (PE) aprobó este jueves un sistema de permiso previo de viajes que obligará a los extranjeros que no necesiten visados para entrar en la Unión Europea a obtener una autorización, de modo que se garantice que no llegan aquellos que suponen un riesgo para la seguridad o salud.
«Aquellos que supongan un riesgo en términos de seguridad, migración irregular o epidémico no podrán entrar en territorio comunitario», añade la nota.
La propuesta, que recibió el visto bueno del Consejo el 25 de abril, salió adelante en el pleno con 494 votos a favor, 115 en contra y 30 abstenciones.
La autorización costará 7 euros, aunque será gratuita para los menores de 18 años y los mayores de 70, y tendrá una validez de tres años o hasta que expire el documento de viaje utilizado.
Para obtenerla los nacionales de los más de sesenta países y territorios exentos de visado tendrán que rellenar un formulario electrónico antes de viajar con sus datos personales, domicilio e información de contacto, así como indicar el país europeo al que planean viajar primero.
El solicitante deberá informar a las autoridades de condenas por delitos graves (como terrorismo, explotación sexual de menores, tráfico de seres humanos o drogas, asesinato o violación), estancias en determinadas zonas en guerra o de conflicto y de si se le ha exigido que abandone algún país, todo ello en los diez años anteriores.
En el caso de delitos terroristas, el periodo se extenderá a los últimos veinte años, y se pedirán datos sobre la fecha y el país en que tuvo lugar la condena, indicó el Parlamento.
Las autoridades estudiarán las solicitudes de forma automática utilizando todas las bases de datos relevantes para verificar, por ejemplo, si el pasaporte figura como perdido o robado o si la persona es objeto de una orden de búsqueda.
La gran mayoría de solicitantes, sin embargo, recibirán la autorización de manera prácticamente inmediata, y cuando la verificación dé algún resultado se hará una evaluación manual del riesgo caso por caso.
«Este nuevo sistema resolverá las lagunas informativas existentes respecto a los viajeros exentos de visado y contribuirá a reforzar la seguridad de los ciudadanos europeos. Es un paso importante hacia sistemas de información de fronteras más sólidos e inteligentes», declaró en un comunicado la ponente del informe, la eurodiputada conservadora húngara Kinga Gàl.
Para que la medida pueda entrar en vigor solo falta la aprobación definitiva de los países, tras lo cual está previsto que empiece a aplicarse en 2021.