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Festejan el día del Pi

Los geeks alrededor del mundo, tienen una celebración que puede parecer un poco extraña: el festejo al número 3.141592…, o Pi, uno de los números más misteriosos de las matemáticas y la cifra que resulta de dividir la circunferencia de un círculo entre su diámetro.

Los festejos de este día incluyen canciones, recitales, mediciones de cosas y explicaciones sobre la importancia de este número. Además, algunas escuelas y museos preparan pies (pasteles) y otros alimentos en forma circular para mostrar a los asistentes de dónde proviene Pi en una circunferencia y porque el sonido de Pi es similar al de pie, (pastel en inglés).

El Día de Pi comenzó a festejarse en 1988 en el Museo de Ciencia, Arte y Percepción humana en San Francisco. En 2009 el Congreso estadounidense aprobó el festejo de este número. Las celebraciones de este año, organizadas por el Museo, incluyen explicaciones sobre este dígito, degustación de pie y celebraciones a Albert Einstein, quien nació el 14 de marzo.

El museo también permitirá celebrar este día en sus instalaciones en Second life, donde puedes volar en naves con forma de pies y ver fuegos artificiales.

Distintas escuelas alrededor de Estados Unidos celebrarán el Día Pi y la preparatoria Bell Street en Carolina del Sur intentará romper un récord guiness de la cadena Pi más larga, de acuerdo con la página web Pi Acroos América. Los fanáticos de este día también suelen mandar tarjetas electrónicas con mensajes como: Abrazos infinitos.

El Día Pi se celebra el 14 de marzo debido a los primero tres números de la cifra aproximada (3.14) y para los matemáticos sigue siendo un misterio por qué no es posible conocer su número exacto.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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