El coordinador Nacional Antisecuestro, Renato Sales Heredia, reconoció que los “focos rojos” en el tema de la seguridad se localizan fundamentalmente en el estado de Tamaulipas, donde en los últimos días se han registrado bloqueos, enfrentamientos e intentos por recuperar a detenidos, por parte de integrantes de los cárteles del Golfo y Los Zetas que operan en la región.
En entrevista radiofónica con Leonardo Curzio, el funcionario explicó que la situación en dicha entidad se deriva del enfrentamiento entre las organizaciones criminales que se disputan el territorio.
“En Tamaulipas tenemos una situación que deriva del enfrentamiento entre las bandas conocidas, pero también han surgido como escisión de enfrentamientos internos, es decir, entre una misma banda hay confrontaciones que hace que se pulverice el fenómeno”, explicó.
“Tenemos gente que está secuestrando, robando ductos de Pemex, casas habitación, tratando de reposicionarse económicamente para conseguir armas, para seguir operando delictivamente, es ahí donde tenemos mayormente la problemática”, señaló Sales Heredia.
El pasado miércoles se registró el úlitmo episodio de la ola de violencia en el sur del territorio tamaulipeco, donde se registraron bloqueos, incendio de vehículos y ataques a las fuerzas federales y estatales tras la captura de cuatro presuntos líderes y operadores de los cárteles.
Derivado de estos incidentes el Grupo de Coordinación Tamaulipas reportó la captura de nueve personas presuntas responsables de esos hechos violentos.
A los sujetos se les aseguró un arsenal compuesto por 24 armas largas y cinco cortas, granadas, una mina Claymore, un explosor M57, entre otros pertrechos.
Recuperar espacios
La reacción violenta de los grupos del crimen organizado que operan en la entidad, es resultado de los embates del gobierno federal, que inició una segunda fase del Operativo Tamaulipas, que se aplica desde mayo de 2014.
En su edición de ayer, EL UNIVERSAL informó sobre esta estrategia, que busca retomar el control en territorios que son disputados por los cárteles de Los Zetas y del Golfo, así como de una decena de células que han surgido en busca de liderazgos o para mantener las plazas en las que operan.
La primera fase de la operación permitió la aprehensión de 14 objetivos prioritarios (entre líderes, operadores financieros y logísticos, así como sicarios), entre los que destaca la captura de Omar Treviño Morales, uno de los capos más buscados y jefe de Los Zetas.
En la nueva etapa de la operación existen otros blancos definidos como Ángel Eduardo Prado Rodríguez, El Ciclón, jefe de plaza de Matamoros a quien se le atribuye parte de la violencia que se vive en la entidad.
Ahora también se intenta sellar la llamada Frontera Chica, que es considerada una zona estratégica para el tráfico de armas,drogas, dinero y personas, hacia Estados Unidos, lo que la convierte en una de las zonas más codiciadas para los grupos criminales que ahí operan desde hace décadas, y convirtieron a Tamaulipas en su bastión de poder.
Para la operación que hoy conduce el gobierno federal en coordinación con las autoridades locales, se dividió a Tamaulipas en cuatro regiones, que abarcan 11 municipios que son claves para las operaciones del narcotráfico, por lo que la misión es recuperar estas comunidades.
La estrategia se basa en tres ejes: desarticular en su composición y operación a las organizaciones criminales que operan en la entidad; sellar las rutas de tráfico ilícito en sus diversas modalidades y recuperar las calles y barrios.
Fuente: Vanguardia