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Salud y Bienestar

Frío puede causar infartos, advierte IMSS Chihuahua

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua exhorta a la ciudadanía a abrigarse bien, ante el descenso de temperaturas que se registran con motivo de la temporada invernal.

El doctor Héctor Payán Valdez, urgenciólogo adscrito al Hospital General Regional (HGR) No. 1, “Morelos”, advirtió que dichas condiciones elevan considerablemente la posibilidad de agudizar los problemas relacionados con las enfermedades coronarias, las cuales podrían derivar en un infarto.

Explicó que la vasoconstricción –estrechamiento de un vaso sanguíneo- y la presión arterial se elevan cuando una persona se expone directamente de un ambiente cálido a uno frío, lo que ocasiona que las arterias se cierren y se produzca insuficiencia cardiaca, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebro-vasculares o un ataque cardiaco.

Payán Valdez detalló que los síntomas que presenta una persona que está sufriendo un infarto son: dolor en el pecho, que en unos cuantos minutos puede aumentar de intensidad, sudor frío, náuseas, mareos, tos, ruido al respirar, debilidad, así como desesperación con sensación de muerte inminente.

Afirmó que en cuando se presenten dichos síntomas es urgente trasladar al paciente al hospital para que reciba atención médica inmediata, ya que de no hacerlo en los primeros minutos, puede ocasionar secuelas graves, incluso, pérdida de la vida.

Asimismo, el urgenciólogo enfatizó que anteriormente el grupo donde se presentaban mayormente este tipo de incidencias era el de los adultos mayores, sin embargo, con el paso del tiempo y debido al agitado estilo de vida que llevan las personas, cada vez es más frecuente que se registren problemas cardiacos en jóvenes, incluso en niños.

Añadió que la inactividad provoca hipotermia, hace más lenta la circulación del torrente sanguíneo y genera que el corazón realice un mayor esfuerzo para realizar su trabajo, por eso, la mayoría de los infartos se registran durante el reposo de las personas o en las mañanas, después de haber dormido varias horas.

El doctor precisó que un enfermo cardiaco no debe exponerse a temperaturas frías extremas, ni suspender su medicamento por ningún motivo, porque podría costarle la vida.

Finalmente, el médico del IMSS exhortó a quienes han sido detectados con alguna enfermedad crónica a que se abriguen bien si van a salir y se expondrán a temperaturas bajas; y si se presenta alguna molestia identificada como de peligro, acudan lo antes posible a recibir atención médica.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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