El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) gastó el año pasado más de 43 mil 500 millones de pesos para hacer frente a la diabetes, lo que representa un aumento de 8 por ciento respecto al 2014; además, significa más de la mitad del gasto destinado a los seis principales padecimientos crónico-degenerativos identificados como los más prioritarios por el organismo.
“En el IMSS las enfermedades crónico-degenerativas demandan 75 por ciento de la atención del Instituto y se encuentran concentradas en la población con 60 años y más”, se lee en un informe entregado por el IMSS a la presidencia de la República y al Congreso de la Unión.
“De los poco más de siete millones de pacientes de enfermedades crónico-degenerativas, alrededor de 2.6 millones fueron pacientes diabéticos”, se agrega en el texto.
Para el Instituto Mexicano de Competitividad, este gasto se vuelve una carga financiera insostenible al mediano y largo plazo.
“Nosotros calculamos todas estas pérdidas o costos sociales en 85 mil millones de pesos cada año, dentro de los cuales 70 por ciento corresponde a gastos de tratamiento médico y el otro 30 por ciento son pérdidas de productividad por muerte prematura y ausentismo laboral”, explicó Fátima Masse.
“Si nosotros traducimos estas pérdidas en horas laborables vemos que estos 12 mil millones de pesos equivalen a 400 millones de horas laborables”, agregó.
Con información de El Financiero