Cuatro gimnastas estadounidenses dieron su sentido testimonio este miércoles ante una audiencia del Senado convocada para investigar las negligencias del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la gestión del caso de abuso contra Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia de EE.UU.
Nassar fue sentenciado a entre 40 y 125 años de prisión en 2018 por abusar sexualmente durante 20 años de más de 150 gimnastas, la mayoría menores de edad. Sin embargo, un reciente informe publicado el pasado mes de julio arrojó luz sobre los numerosos errores y encubrimientos por parte de los agentes del FBI, que permitieron que los abusos continuaran meses después de que las víctimas hubieran denunciado los crímenes.
El informe revela que, pese a la gravedad de las acusaciones contra Nassar, la investigación del FBI se vio ralentizada, mientras que dos agentes encargados del caso mintieron durante su interrogatorio cuando se presentaron pruebas de las inconsistencias de su investigación.
Ahora, cuatro de los cientos de mujeres que sufrieron los abusos piden que se haga justicia para garantizar que los responsables rindan cuentas.
Una de las víctimas de Nassar, la excapitana del equipo olímpico estadounidense en los JJ.OO. de 2012 y 2016, Aly Raisman, declaró que no puede «creer en un futuro seguro para niños», si no le dan una respuesta sobre las insuficiencias de la investigación.
Por su parte, la famosa gimnasta estadounidense Simone Biles denunció ante la audiencia que las víctimas de los abusos de Nassar «sufren y continuarán sufriendo», dado que «nadie ha hecho lo necesario para protegerlas».
«No quiero que otra joven gimnasta, atleta olímpica, o cualquier individuo, pase por el horror que yo y que cientos de otras sufrieron antes, en el momento y hasta el día de hoy a raíz del abuso de Larry Nassar. Para ser clara, culpo a Larry Nassar y también culpo a todo el sistema que permitió y perpetuó su abuso», aseveró Biles entre lágrimas.
Según Biles, a pesar de que Nassar «está donde pertenece», los agentes que ralentizaron el caso deben responder por los errores graves cometidos durante la investigación. «¿Cuánto vale una niña?», se preguntó Biles. «Nos han fallado y merecemos respuestas», añadió.
Paralelamente, la gimnasta Maggie Nichols reveló durante su intervención que le pidieron que no hablara con nadie sobre los abusos para que no afectara al caso, aunque más tarde descubrió que, en realidad, no se estaba llevando a cabo ninguna investigación.
Por su parte, McKayla Maroney, que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2012, dijo directamente que su denuncia fue ignorada por los agentes. «Tras un minuto de silencio, [el agente] me preguntó: ‘¿Eso es todo?'», reveló Maroney. La mujer subrayó que el abuso fue «minimizado y pasado por alto por la gente que debería haberla protegido», como si los crímenes cometidos no hubieran sido lo suficientemente graves.
«¿Qué sentido tiene denunciar abusos si nuestros propios agentes del FBI van a encargarse de enterrar el informe en el cajón de su mesa?», se preguntó.
Fuente: RT