El gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo, reconoció hoy que estos últimos tres días hubo un «pico de violencia» en esta región del sur de México, que reportó al menos 26 asesinatos y un secuestro colectivo.
«Tenemos reportadas 26 personas fallecidas. Teníamos varios meses que no acontecía esto en dos o tres días. (…) Puede ser la crisis más alta de los últimos 12 meses», dijo Astudillo en entrevista con la cadena Televisa.
Este fin de semana largo -el lunes fue festivo en México-, el empobrecido estado de Guerrero registró al menos 26 asesinatos.
Diez ocurrieron en el balneario de Acapulco, donde dos marinos fueron muertos a balazos, y los cuerpos de ocho hombres fueron hallados desmembrados en el municipio de Tixtla, entre otros episodios de violencia.
Además, el viernes un grupo armado secuestró a 10 personas en el poblado de San Jerónimo, municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la región de Tierra Caliente.
Astudillo habló hoy de un «pico de violencia» que revierte la disminución de los crímenes que habían logrado en los últimos meses.
Confirmó que se había liberado a tres de los diez secuestrados y aseguró que los grupos que realizan estos actos están «perfectamente identificados».
Citó a la Familia Michoacana, Los Ardillos, Los Rojos y el grupo encabezado por el Tequilero, especializado en secuestros masivos.
«Fue una jornada muy lamentablemente violenta, con hechos atroces, bárbaros y que sin duda son el resultado de la confrontación que existe» entre grupos, puntualizó.
Para hacer frente a esta situación, el gobernador consideró que hace falta más labor de inteligencia: «Este es el punto central, independientemente que son muy buenos los operativos terrestres y humanos, se requiere mayor inteligencia y mayor tecnología». Atribuyó la violencia en la región al cultivo y comercio de la amapola, de donde se extrae la goma de opio que permite elaborar la heroína, muy demandada en Estados Unidos.
Guerrero padece en los últimos años una severa crisis de seguridad, evidenciada por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre de 2014, y de enero a octubre de este año registró 1.832 homicidios dolosos, siendo la segunda entidad con más muertes de este tipo en México, de acuerdo con cifras oficiales.
Con una tasa de 104 homicidios por cada 100.000 habitantes, Acapulco fue la cuarta ciudad más violenta del mundo, según un estudio de la ONG Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, publicado este año.
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