Guatemala y Honduras han acordado cerrar el paso de fronterizo de Agua Caliente este sábado. Así lo ha informado el Instituto Nacional de Migración de Honduras en un comunicado esta misma tarde. Al parecer, la decisión se ha tomado después de que un grupo de aproximadamente 500 hondureños intentaran cruzar la frontera. Contingentes de la Policía de Guatemala con el apoyo del Ejército llegaron a la zona para impedirles el paso. De acuerdo con periodistas locales contactados telefónicamente, la orden habría sido dada tras la reunión este mediodía entre los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien arribó a esta capital en un vuelo privado.
En horas de la mañana, los hondureños desbordaron a las autoridades locales, que les impedían el paso. Se aproximaron al territorio guatemalteco, donde las autoridades aduaneras los entretuvieron con la excusa de la necesidad de un permiso legal para cruzar. En ese tiempo llegó un contingente de policías y militares han establecido un ‘cordón de seguridad’ para evitarles el paso.
Los hondureños denunciaron públicamente que fueron engañados por sus autoridades, quienes anunciaron que les sería extendido el pase, una argucia para fichar a los primeros que intentaron el trámite, subirlos a un autobús y llevarlos de vuelta hasta Tegucigalpa, la capital hondureña. Uno de los líderes del grupo, Adalberto Guzmán, denunció que el engaño los movió a derribar las barreras del lado hondureño, para encontrarse que en el lado guatemalteco militares y policías han colocado un fuerte dispositivo para impedirles el ingreso.
Con todo, un grupo que no fue posible cuantificar logró burlar el cerco con la complicidad de algunos chóferes, corriendo detrás de camiones del transporte pesado que rutinariamente ingresa a Guatemala.
De la reunión de los mandatarios, sostenida en las instalaciones de la Fuerza Aérea Guatemalteca y a la que no tuvieron acceso los medios de comunicación, el gobierno local informó, por medio de un twitter, que se discutió cómo implementar una logística para el retorno seguro de los migrantes hondureños.
Al finalizar la misma, el presidente Jimmy Morales señaló que la marcha hondureña tiene motivaciones políticas. «Estas personas violentan las fronteras (…) sin importarles las vidas de niños y personas en sillas de ruedas a quienes colocan al frente de la caravana», dijo Morales. Hernández señaló que Honduras «tiene la capacidad y los recursos necesarios para mejorar las condiciones de vida a quienes decidan regresar a su país».
EL País