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Resto del mundo

‘Hackers’ demuestran lo fácil que es abrir las puertas de un coche Tesla utilizando un dron con wifi

Dos investigadores demostraron este 29 de abril en la conferencia CanSecWest lo sencillo que les resultó ‘hackear’ el sistema de un coche Tesla Model X y abrir sus puertas de forma remota, mediante el uso de un dron que portaba un adaptador wifi, informa Forbes.

Ralf-Philipp Weinmann y Benedikt Schmotzle realizaron el experimento el año pasado y aseguran que Tesla ha arreglado los errores del sistema, por lo que el ‘hackeo’ debería ser imposible en la actualidad. Aun así, este experimento ha dejado al descubierto serias fallas en la seguridad de ciertos automóviles Tesla, que podrían haber sido utilizadas por criminales reales para cometer robos.

«Sería posible que un atacante desbloqueara las puertas y el maletero, cambiara las posiciones de los asientos, los modos de dirección y aceleración, en resumen, más o menos lo que puede hacer un conductor presionando varios botones en el interior del coche. Sin embargo, este ‘hackeo’ no permite ceder el control de conducción del automóvil», explicaron los investigadores.

El ataque se dirigió a un componente del sistema llamado ConnMan (que presentaba dos fallas), accesible a través de wifi y utilizado para administrar las conexiones de red.

Según Weinnman, el componente vulnerable de ConnMan es utilizado por muchos otros coches. «Creo que es como la mitad de la industria», señaló.

Por su parte, a Tesla no parecen molestarle este tipo de experimentos. De hecho, les da la bienvenida con los brazos abiertos, pues dispone de un programa de recompensas que alienta a los piratas informáticos a que expongan posibles fallas del sistema y, de este modo, poder solucionarlas. Weinmann y Schmotzle recibieron 31.500 dólares por sus hallazgos.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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