La ciudad de Hidalgo del Parral fue escenario de un violento ataque armado que dejó heridos a los abogados Héctor Villasana y Enrique Muñoz, en un hecho que ha conmocionado a la comunidad jurídica y política del estado. El presunto responsable es identificado como Fernando “El Chino” Ramírez, hermano de un diputado local y actual presidente del Congreso de Chihuahua.
Los hechos
El incidente ocurrió la tarde del lunes frente a la Funeraria Loya, donde familiares y amigos despedían a un ciudadano conocido como “Coco” Baca. Testigos narraron que, en medio de la ceremonia, Fernando Ramírez llegó al lugar y comenzó a disparar contra un ganadero de apellido Soto, con quien mantenía un conflicto previo.
En medio del ataque, los abogados Héctor Villasana y Enrique Muñoz intentaron intervenir para detener la agresión, pero ambos fueron alcanzados por los disparos. Villasana recibió un impacto en el abdomen con orificio de entrada y salida, mientras que Muñoz fue herido en una pierna. La escena desató pánico entre los presentes, quienes corrieron en busca de refugio mientras se alertaba a las autoridades.
Estado de salud
Ambos lesionados fueron trasladados de emergencia a hospitales locales. Al inicio, la condición de Villasana fue reportada como delicada, lo que encendió alarmas en el gremio legal y en la opinión pública. Sin embargo, horas más tarde médicos confirmaron que tanto él como Muñoz se encuentran estables y bajo vigilancia médica, evolucionando favorablemente tras recibir la atención quirúrgica necesaria.
La noticia del estado de salud trajo alivio entre colegas y conocidos de Villasana, un abogado reconocido en la región por su participación en casos de alto perfil.
Investigación en curso
Tras el ataque, la Fiscalía General del Estado desplegó un operativo que culminó con la detención de un sospechoso en una terraza de la avenida Flores Magón. Aunque las autoridades no han confirmado de manera oficial la identidad del detenido, los testimonios lo ubican como “El Chino” Ramírez, señalado por los presentes como autor de la balacera.
Las primeras versiones indican que el ataque tuvo como origen una disputa personal entre Ramírez y el ganadero Soto, aunque la Fiscalía mantiene abiertas diversas líneas de investigación.
Impacto político y social
El caso ha causado indignación y preocupación en distintos sectores. La presunta participación del hermano de un legislador en funciones plantea dudas sobre la imparcialidad de la justicia y el manejo institucional de la investigación. Diversas voces han exigido que el proceso se lleve con transparencia y sin privilegios, dadas las implicaciones políticas del hecho.
En el gremio de abogados, el ataque ha sido interpretado como una señal alarmante de vulnerabilidad, al tocar directamente a dos profesionales con reconocimiento en la región. La exigencia es clara: justicia pronta, sin distinción de rangos ni vínculos familiares con el poder político.
Mientras tanto, la sociedad de Parral permanece a la expectativa de los avances en la investigación, consciente de que este hecho marcará un precedente en la relación entre la violencia, la política y la justicia en Chihuahua.