El grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que investiga la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa aseguró que la hipótesis de que los estudiantes fueron incinerados en un basurero de Cocula no puede ser confirmada.
No existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada en base a testimonios, de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula el 27 de septiembre de 2014”, señaló el llamado Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
El grupo presentó las conclusiones de la primera parte de su investigación esta mañana en el auditorio Digna Ochoa de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Los expertos, entre los que se encuentran la fiscal colombiana Ángela Buitrago y la guatemalteca Claudia Paz y Paz, pidieron un peritaje al especialista peruano José Torero -quien participó en los estudios posteriores al derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York-, que estableció que no hubo en el lugar un incendio tal como para quemar 43 cuerpos.
En cambio, exhortaron a examinar hornos de cremación en Iguala y Cocula que pudieran haber sido utilizados por los agresores para incinerar a los jóvenes.
En cuanto a los responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, reiteraron lo establecido en las investigaciones establecidas por la Procuraduría General de la República (PGR) que apunta a la policía de Iguala y Cocula, y al entonces alcalde José Luis Abarca, todos ellos en presunta colusión con miembros del crimen organizado que operaban en la región.
Los expertos pidieron a la Procuraduría General de la República que ahonde en la investigación de este punto, basado en que el grupo delincuencial Guerreros Unidos utiliza autobuses para trasladar heroína a Chicago, uno de sus principales mercados