“El avión solo tendrá sentido para larga distancia”, ya que en 2016 comenzará la construcción del primer Hyperloop, el sistema de transporte de cápsulas que quiere acabar con el tren, en Quay Valley.
Dirk Ahlborn es el alemán que más expectación levanta en Silicon Valley. Ejerce de consejero delegado de Hyperloop Transportation Technologies, el sistema de transporte terrestre con cápsulas impulsadas por aire comprimido que alcanzarán una velocidad de 1,200 kilómetros por hora.
La empresa de transporte acaba de anunciar que, antes de crear la esperada ruta que una San Francisco a Los Ángeles en menos de media hora, van a proyectar un modelo de ocho kilómetros en Quay Valley, una localidad artificial a mitad de camino, cuya construcción comenzará en 2016.
Prometen que van a ser más fiables que cualquier otro medio terrestre. La construcción comienza en 2016, pero será hasta 2019 estará abierto al público.
La revolución de Hyperloop está en el modelo de negocio y gestión de la energía. En ocho años, seremos rentables. Muy pocas empresas de transporte terrestre pueden decir lo mismo. La mayoría están subvencionadas por los estados. Lo más excitante es cómo se ha fraguado todo, sin tener que ir pidiendo dinero a inversores por ahí.