El FBI lanzó una investigación sobre el hackeo generalizado a Twitter el miércoles, que resultó en el secuestro de cuentas de empresas como Apple, políticos como Joe Biden y Barack Obama y empresarios como Jeff Bezos o Elon Musk, entre muchos otros. El ataque coordinado y las vulnerabilidades expuestas en los sistemas de Twitter podrían representar mayores riesgos para la seguridad nacional. Al menos así lo expusieron algunos legisladores y especialistas en seguridad, según reportó The Wall Street Journal.
Investigar el asunto resulta clave sobre todo teniendo en cuenta el perfil de los usuarios que fueron hackeados, y el hecho de que este año se realizarán las elecciones presidenciales. La cuenta de Donald Trump no se vio afectada por el incidente, según dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, al Wall Street Journal. No queda claro si la cuenta del presidente tiene protecciones especiales.
Al anunciar su investigación, el FBI dijo que “en este momento, las cuentas parecen haber sido comprometidas para perpetrar el fraude de criptomonedas”. La agencia dijo que Twitter está cooperando con la investigación. Por otra parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que el Departamento de Servicios Financieros del estado también investigará el ataque.
Riesgo para la seguridad de EEUU
Un funcionario de gobierno dijo que la interrupción podría tener implicaciones para la seguridad nacional, dado el papel de Twitter en el discurso público y los mensajes del gobierno. La plataforma se encuentra entre los medios de comunicación favoritos del presidente Trump, y las agencias federales y locales la utilizan para compartir información sobre desastres naturales y otras emergencias, incluida la pandemia de coronavirus, tal como destaca el periódico.
“Ahora estamos entendiendo cuán importantes son las [plataformas de redes sociales] para el funcionamiento de nuestra nación”, le dijo a WSJ, Neil Jenkins, ex funcionario de ciberseguridad de EE. UU, y director analítico de Cyber Threat Alliance, una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar el intercambio de datos de amenazas cibernéticas.
La procuradora general de Nueva York, Letitia James, también abrió una investigación luego de que legisladores Demócratas y Republicanos comenzaron a pedir que Twitter brinde más transparencia sobre cómo se llevó a cabo el ataque. “Innumerables estadounidenses confían en Twitter para leer y mirar las noticias, participar en debates públicos y escuchar directamente de líderes políticos, activistas, ejecutivos de negocios y otros líderes de opinión”, dijo James en un comunicado. Y añadió que el ataque “plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los datos y sobre cómo plataformas como Twitter podrían usarse para dañar el debate público. He ordenado a mi oficina que abra una investigación inmediata sobre este asunto “.
Desde las cuentas secuestradas, los ciberdelicuentes publicaron un mensaje sobre una supuesta causa benéfica en la que estaban participando. El mensaje hipervinculaba a una página web falsa que decía reunir fondos para ayudar en el marco del Covid-19 y se incluía una dirección para depositar bitcoins para esta supuesta causa. En los mensajes publicados desde las cuentas secuestradas se decía que por cada depósito recibido, se duplicaría el dinero donado. En apenas una hora, los ciberdelincuentes reunieron más de 100 mil dólares.
El ataque duró horas y fue el más grande que experimentó la plataforma en su historia. La compañía bloqueó las cuentas afectadas e impidó que varios otros perfiles, principalmente los verificados pudieran tuitear durante unas cuantas horas. Fue una medida que tomó mientras buscaba investigar los hechos.
Fuente: Infobae