MÉXICO, D.F.- La seguridad, el sistema de justicia y el nivel de respeto a los derechos humanos, tales como los desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales y el número de personas torturadas o encarceladas —incluso por razones políticas— son indicadores claves para medir la impunidad en un País. Bajo este enfoque un grupo de investigadores mexicanos se dio a la tarea de estudiar el fenómeno en el mundo.
El rector de la Universidad de la Américas Puebla (UDLAP), Luis Ernesto Derbez Bautista, y Andrea Ambrogi Domínguez, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia Puebla, presentarán este domingo el Índice Global de Impunidad (IGI) 2015, una investigación basada en datos oficiales y no en percepción.
Todo este proceso está vinculado a la disponibilidad de recursos físicos y humanos en los sistemas de seguridad y justicia, puesto que ante la falta de éstos la probabilidad de que exista mayor impunidad incrementa.
El IGI 2015 está basado en una serie de indicadores que permiten medir y comparar el grado de impunidad que permea en dichas naciones, pero además deja abierta la oportunidad para futuras actualizaciones y la elaboración de propuestas concretas de política pública.
El IGI indica que el pilar básico para la construcción de la democracia es la administración de la justicia.
El caso de México
Falta atender impunidad en el País. En el caso de México se menciona que a pesar de suscribir leyes y cláusulas contra la corrupción, no se han logrado implementar las políticas para su erradicación. Esto es, que si se combatiera el problema de la impunidad, se podría reducir la corrupción en sus diferentes niveles de Gobierno.
Señala que uno de los temas indispensables al hablar de impunidad es el respeto a los derechos humanos, “ya que es el propio Estado el que viola las normas y generalmente estas acciones quedan sin sanción”.