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Opinión

Opinión: Izquierda de piel delgada, no es izquierda por Diana Avitia

El ambiente de incertidumbre, ansiedad e impotencia que vivimos hoy por hoy, exacerba sentimientos, el control emocional definitivamente no es algo que estemos poniendo en práctica y esto es verdaderamente lamentable para la salud pública y privada de nuestro pueblo. Las reacciones a noticias, comentarios, acciones son; iracundas, desmedidas, salidas del corazón y de las vísceras, esto jamás ha llevado a buen puerto.

Este pasado sábado 30 de mayo, el movimiento FRENAAA, como ellos mismos se hacen llamar, Frente Nacional Anti-Amlo, realizó una convocatoria nacional para protestar en contra del oficialismo y las políticas implementadas por el presidente, en pocas palabras, en contra de la manera de gobernar de AMLO, de sus decisiones y manera de dirigirse, le aplicaron la misma que diariamente aplica, “no les gustan sus moditos”.

Lo más oportuno en situaciones como esta es; ver las cosas fríamente, a distancia y con objetividad, sobre todo escuchar ambas versiones, leer las reacciones no solo textualmente si no el trasfondo de las mismas. Pero primero los números, no existe algo que brinde más certeza que la frialdad de los números. Según reportes la protesta tuvo apoyo de 30 estados, solo exceptuando Baja California Sur y Tabasco, las caravanas se activaron en 72 ciudades, específicamente en Chihuahua el colectivo se activó en; la capital, Jimenez, Cuauhtémoc, Camargo, Delicias, Juárez y Parral.

Hay que considerar que este movimiento inicio únicamente a través de redes, y reconocer también que el auge ha sido marcado, con esporádicas reuniones, el llamado a eventos, movilizaciones y actividades es meramente mediático. Su página web es clara; como objetivo principal establecen buscar que el presidente dimita antes del 30 de noviembre del 2020, ya que jurídicamente la falta de presidente antes de sus dos años de gobierno obliga a la nación a tener nuevas elecciones.

Poniendo atención a las redes sociales con las que una servidora cuenta, el movimiento se dio, fue fluido y grande en unas ciudades, en otras no tanto, las reacciones fueron diversas, pancartas con consignas, ruidosas bocinas, gritos, en fin, el colectivo buscaba causar presencia y mover sentimientos, eso sin duda lo logro. Ahora, de las reacciones del oficialismo hubo poco, esperamos, claro está, que el lunes inmediato vendrán como cascada, pero quienes sí salieron al quite fueron los simpatizantes de MORENA.

Si bien no todas las respuestas de estos últimos fueron sarcásticas, burlonas y violentas, en su gran mayoría así fue. También es cierto que la caravana, pacífica y silenciosa tampoco fue, ambos movimientos son reaccionarios, fuertes, viscerales y estruendosos. Pero seamos honestos; ¿Qué se puede esperar, si el primer reaccionario del país, es el mismo AMLO?, quien hasta el día de hoy descalifica a adversarios, pone apodos, minimiza a organismos internacionales por igual, todo esto no es más que el resultado de eso.

Las reacciones de la Red AMLO eran bastas y tenían diversos argumentos, por ejemplo; que contaminaban tanto con el ruido como con los vehículos, que era una macha fifí en vehículos de lujo, que violaban las normas de “la nueva normalidad”, que las consignas eran violentas. Los del Frente respondían; que lo que inmensamente terminará contaminando será la construcción y operación de una refinería, las consignas son igual de violentas que las que reciben diariamente por parte del gobierno, que las normas contra el COVID son violadas por el primer mandatario, es más, el inicio de su gira y el llamado a salir son prueba de ello y que el poseer un vehículo es fruto del esfuerzo de su trabajo.

En fin, estos ejercicios finalmente son normales en un gobierno, siempre habrá detractores, pero la realidad también es clara, es sumamente temprano para que movimientos de esta magnitud se estén gestando, normalmente el desgaste de gobierno lleva a que sus últimos años provoque estos movimientos, pero esta vez han nacido desde el día uno, esto no es positivo para el presidente. Es complicado, para el oficialismo, y la realidad es que provocan temor. Toman las consignas contra el mandatario como propias, porque la esperanza aun esta tan arraigada que, en muchas decisiones, se les nubla la vista.

La diversidad de pensamientos es deliciosa, es emocionante y sobre todo enriquecedora, pero que sea con argumentos, sin aires de falsa superioridad y con la cabeza fría, ese debate es hermoso. No podemos esperar tranquilidad de la oposición, cuando quien inicio desde hace años los bloqueos y protestas fue AMLO, quien fue enfático, visceral y arrebatado desde inicio fue él, quien insulto y vilipendio al contrario siempre ha sido él, por ello el sentirse ofendido, exigir serenidad, paciencia y un actuar prudente, tiene que venir de él, ese llamado a la unidad y la conciencia que muchos esperamos tiene que iniciar de su parte, confieso que muchas actitudes de izquierda me fascinan, la dureza de sus posturas, lo imponente de sus revoluciones, es extraño que hoy los quiebren algunos sonidos de claxon y pancartas fluorescentes con marcador.

Opinión

Elecciones a la mexicana. Por Caleb Ordóñez T.

Y es que las elecciones van mucho más allá de las campañas políticas. Las elecciones abren debates ciudadanos para reflexionar sobre temas que realmente nos importan; nos enfocan a realidades crueles que vivimos diariamente, situaciones lacerantes que ningún gobierno ha podido responder en el pasado.

Son las elecciones mexicanas, el “deporte” nacional por excelencia. Nos involucra a todos, para opinar y discutir un futuro, que cada persona, vislumbra distinto por los siguientes años. Ese ensueño nos apasiona y promovemos.

Cada día, temas y más temas, se van actualizando y dejando atrás, para quizá nunca ser retomados. Son tantas las promesas, en los infinitos discursos de cada candidato, que sinceramente olvidamos casi la totalidad de ellas.

Pero insisto. Las elecciones van más allá de debates acalorados o mítines multitudinarios. Trasciende los colores y las fronteras entre izquierdas y derechas, del espectro político de un tablero que ya no existe; pareciera que a nadie le interesa ya.

Hace mucho que ya no existen las diferencias notables, de ideologías y causas, entre candidatos. Eso, es parte también de la nueva forma de hacer campañas políticas en nuestro país.

Cada quien lo analizará y criticará a su manera. Pero ni Morena es de izquierda, como tampoco el PRIAN defiende a la sociedad civil.

Están tan revueltos, que no sabemos ni siquiera que pretenden, bueno si, el famoso “hueso”, como coloquialmente le llamamos los mexicanos a encontrar trabajo fácil, gracias al proselitismo; al apostarle a un candidato que de ganar, les dará “algo” para poder seguir subsistiendo; una “chambita”.

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