El productor musical y empresario Sean “Diddy” Combs deberá permanecer en prisión hasta su audiencia de sentencia programada para el 3 de octubre, luego de que un juez federal rechazara su más reciente solicitud de libertad bajo fianza.
La decisión fue emitida por el juez Arun Subramanian, quien argumentó en una carta publicada este lunes que Combs no logró demostrar su derecho a ser liberado. “Combs no satisface su carga de demostrar, por evidencia clara y convincente, que no representa un riesgo de fuga ni de peligro para la comunidad”, escribió el juez.
La defensa del artista había presentado una carta de 62 páginas en la que solicitaba su liberación, argumentando, entre otras cosas, que la condena que enfrenta bajo la Ley Mann —una legislación federal originalmente dirigida contra el tráfico sexual interestatal— se ha aplicado históricamente a casos más graves, como la prostitución de menores. En palabras de su abogado principal, Marc Agnifilo, Combs habría sido condenado por actos que hoy en día “rara vez se procesan”, como contratar a trabajadores sexuales de manera consensuada.
Combs fue absuelto de los cargos más graves de trata de personas y crimen organizado el pasado 2 de julio, pero fue declarado culpable de dos cargos menores relacionados con transporte para ejercer la prostitución. La fiscalía recomendó una sentencia de cuatro a cinco años de prisión, de los cuales ya ha cumplido casi 11 meses desde su arresto en septiembre de 2024.
Durante el juicio, la evidencia presentada mostró un patrón de comportamiento que, según los fiscales, se extendió por más de dos décadas: fiestas privadas denominadas “freak-offs”, con consumo de drogas y encuentros sexuales en hoteles que eran filmados por Combs, y en los que participaban tanto sus parejas como trabajadores sexuales. Varias acusaciones, incluidas las de su expareja Casandra “Cassie” Ventura, señalaron que muchos de estos actos no fueron consensuados, y estuvieron marcados por coerción, violencia y amenazas.
Uno de los incidentes más graves —captado por cámaras de seguridad y presentado al jurado— muestra a Combs golpeando y arrastrando a Ventura por el vestíbulo de un hotel tras salir de una habitación donde se realizaba uno de estos encuentros. Aunque la defensa admitió episodios de violencia, sostuvo que no estaban relacionados con la supuesta trata sexual.
En su dictamen, el juez Subramanian consideró que la naturaleza privada y repetida de la violencia doméstica atribuida a Combs —la última presuntamente ocurrida en junio de 2024— no puede ser controlada adecuadamente ni siquiera con condiciones estrictas de libertad bajo fianza.
Respecto a los argumentos de la defensa sobre el uso indebido de la Ley Mann, el juez fue claro: “Este no es un caso simple de adultos consensuales. Aquí hay evidencia de violencia, coerción y subyugación”, lo que coloca al caso fuera de cualquier excepción que pudiera justificar la liberación del acusado.
Combs permanece bajo custodia mientras se acerca la fecha de su sentencia definitiva, en un proceso que ha expuesto con crudeza las acusaciones más serias que ha enfrentado en su carrera y que podría marcar un giro irreversible en su vida pública.