De acuerdo a medios internacionales, desde que Kim Kardashian y Kanye West tomaron la decisión de divorciarse ya no cruzan palabra. Habría sido el rapero de 43 años quien optó por cambiar los números de sus líneas de celular y le habría dado la indicación a su expareja de solo contactarle a través de su equipo de seguridad, según un reporte de Page Six.
Ahora, también se conoció la respuesta que presentó el artista ante la pelea legal que tiene la pareja sobre los niños. De acuerdo con el portal TMZ, West respondió a la demanda de divorcio solicitando la custodia legal y física conjunta de los 4 hijos de la pareja, al igual que Kim, lo que quiere decir que en esa división, es probable que Kim tenga a los niños la mayor parte del tiempo.
Sobre la manutención conyugal, tanto la estrella de las redes como el cantante quieren cerrar esa puerta. Por otro lado, en términos de propiedades y dinero, todo resulta aparentemente fácil de resolver, gracias al acuerdo prenupcial al que ambos accedieron años atrás. Y es que teniendo cada uno su propio emporio y fortuna, se pensaría que no hay necesidad de entrar a discutir por nimiedades.
Kim ha tratado de pasar la mayor parte del tiempo desde la ruptura, rodeada por su familia, y ha reconocido flaquear en algunos momentos, como se ha visto en el tráiler de la última temporada del reality Keeping up with the Kardashians, grabado el año pasado, en el que se le ve diciendo entre lágrimas “Me siento como una maldita perdedora”. El show sin duda dejará ver un poco más de cerca lo que vivieron en sus últimos meses juntos, afrontando dificultades como el trastorno bipolar de West.
Aunque aún parece no sentirse recuperada de todo esto, Kim, de 40 años, está decidida a permanecer sola sentimentalmente hasta que todo esto pase. En el caso de West, el divorcio puede ser la menor de sus preocupaciones. Esta misma semana se ha conocido que Steve Stanulis, antiguo guardaespaldas del excéntrico rapero, se encuentra negociando con grandes estudios la producción de un documental sobre la relación jefe-empleado que los unió en el pasado.
Stanulis asegura tener muchas historias sobre el músico para contar, lo que ha comenzado a revelar en diferentes entrevistas en los últimos años. Ni siquiera una demanda interpuesta en 2016 por su antiguo empleador, por supuestamente infringir un acuerdo de confidencialidad, lo ha detenido.
Agencias