Bien dicen que la belleza cuesta y duele mucho, así nos lo ha dejado el rostro de Kim Kardashian quien recién se sometió a un tratamiento facial hecho con sus propias plaquetas, es decir, se ha inyectado en el rostro su propia sangre, una sesión dolorosa y quizá asquerosa para muchos.

En el episodio del domingo de Kourtney & Kim Take Miami, la socialité dejó ver su nueva practica facial vampirezca que le fue recomendada por su mejor amigo Jonathan Cheban.

«Me encanta intentar cualquier cosa que te hace lucir y sentirse joven. Básicamente, los países aprovechan su sangre, la hacen girar en una máquina sólo para obtener las plaquetas, y luego ponen la sangre en la cara», explicó.

Y aunque en palabras no suena tan doloroso, bastó ver a la socialité en acción para comprobar que se escucha mejor de lo que es.