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Política

La Democracia ha muerto: manta durante homilia del sacerdote Raul Vera

Saltillo.- El obispo de la Diócesis de Saltillo, José Raúl Vera López, quien se ha distinguido por su lucha social y apoyo al movimiento #YoSoy132, ofició misa este domingo mientras se exhibía una manta a los pies del altar de la catedral de Saltillo en la que se apreciaba la frase “la democracia ha muerto”.

El mensaje fue colocado por los grupos «Jóvenes Lagartos» y «El Pueblo no calla», mientras que el obispo Vera no impidió la colocación del mismo y procedió a oficiar misa con regularidad.

Al término de la ceremonia, el prelado aseguró que “el primer compromiso y reto del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, es limpiar la elección para que entre con legitimidad”, y señaló que en caso de que éste tenga compromisos con el crimen organizado, deberá decirles adiós.

“Si ahí (en campaña) se invirtió dinero (del narco) se le van imponer y los que vamos a seguir perdiendo somos nosotros”, advirtió.

Dijo que el presidente actual, Felipe Calderón Hinojosa, entró deslegitimado y así como entrega el país, se le ve que la mitad del tiempo la pasó tratándose de legalizarse.

Sobre el hecho de que el Tribunal Electoral aprobó la elección, el Obispo consideró que “es lo malo que estos organismos famosos autónomos se han convertido en una especie de operadores de todo aquello que daña a la democracia, ya vimos otros organismos como la Cofetel que autorizó que el monopolio se juntara a fortalecerse”, lamentó.

Luego se pronunció porque se revisen los organismos autónomos pues “francamente se ven muy débiles”.

Respecto a si debe de haber cambios en el nuevo gobierno federal en las políticas de seguridad, el Obispo de Saltillo, expresó: “yo no le voy a dictar la agenda al presidente electo, considero que ya se la están dictando todos”.

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Alejandro Domínguez se deslinda de César Duarte y enfría su posible regreso al PRI

El diputado federal del PRI, Alejandro Domínguez, marcó distancia respecto al exgobernador César Duarte, al asegurar que su retorno al partido no está sobre la mesa y que, de existir tal intención, el propio Duarte tendría que iniciar un complejo procedimiento partidario que incluye la intervención del Congreso Nacional del tricolor.

Las declaraciones de Domínguez surgen en medio de la polémica generada por la denuncia pública de Duarte contra la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a la que acusó de destruir infraestructura hidráulica en su rancho El Saucito, así como varios pozos. Ante la creciente exposición mediática del exmandatario, el legislador priista fue cuestionado sobre la postura del partido respecto a su estatus como militante.

Domínguez fue contundente: “No hay ninguna intención, ni por parte de la dirigencia nacional ni de César Duarte, de reincorporarse al PRI. Él fue expulsado durante la presidencia de Claudio Ruiz Maciel. Incluso se defendió ante el tribunal, pero la resolución fue firme”.

Además, aclaró que no conoce a fondo los detalles legales que involucran al exgobernador en procesos penales y administrativos, aunque confirmó que las acciones en su contra incluyen señalamientos de CONAGUA, lo cual mantiene a Duarte más enfocado en su defensa jurídica que en la política partidista.

En cuanto al camino para una eventual readmisión, Domínguez explicó que tendría que ser el propio Duarte quien solicite su reingreso a través de la Comisión de Justicia Partidaria, un trámite que pasaría por los órganos internos del PRI y culminaría en el Congreso del partido. Pero fue enfático al reiterar que esto no forma parte de la agenda actual.

Las palabras del legislador surgen como respuesta a crecientes cuestionamientos sobre la cercanía —real o percibida— entre sectores del PRI y César Duarte, luego de que éste reapareciera públicamente con duras críticas al gobierno federal y estatal por la destrucción de infraestructura supuestamente legal en sus propiedades.

Al separar lo institucional de lo personal, Alejandro Domínguez intenta evitar que la figura de Duarte vuelva a enredar la imagen del partido, especialmente en un contexto donde el PRI busca reposicionarse de cara al próximo ciclo electoral. Con estas declaraciones, no solo cierra momentáneamente la puerta a cualquier especulación sobre el retorno de Duarte, sino que también reitera que el peso de su pasado político y judicial lo mantiene lejos de las filas tricolores.

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