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Opinión

la diatriba como recurso político por Luis Ochoa Minjares

A DIATRIBA COMO

RECURSO POLITICO

                 

Luis Ochoa Minjares

 

   Días pasados sufrimos la pena de leer y escuchar una serie de calumnias contra el mandatario chihuahuense que, por fortuna salió de inmediato a atajarlas. Semanas antes el dirigente del llamado movimiento de regeneración nacional, con una ligereza extrema jamás concebida en un político profesional, motejó al presidente de la república como mequetrefe y mentecato, todo ello vía inernet.

 

   Por fortuna, y ante el riesgo de que la diatriba siente sus reales como recurso político e instrumento electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), hizo notar a la opinión pública que el debate político debe ser propositivo y crítico y que la libertad de expresión no es garantía ni escudo para denigrar o calumniar a diestra y siniestra.

 

    En efecto, a través de una tesis el citado tribunal  determinó que difundir información vinculada con actividades ilícitas, que tenga por objetivo denigrar a las instituciones, a los partidos políticos o calumniar a las personas, ‘‘se encuentra fuera del ámbito de la protección al ejercicio de la libertad de expresión’’.

 

Señala que la libertad de expresión, en el ámbito de las contiendas electorales que se llevan cabo en un sistema democrático, es una parte fundamental de la comunicación entre los partidos políticos y los ciudadanos, y considera que el debate e intercambio de opiniones entre partidos y candidatos ‘‘debe ser propositivo y crítico’’, a fin de que el electorado tenga los elementos básicos para definir el sentido de su voto.

 

USO PERVERSO

DE LAS REDES

 

La utilización impune de la Red de Redes cibernéticas (INTERNET) para lanzar y difundir amenazas de muerte a gobernantes, periodistas y funcionarios policíacos, confirma el uso perverso y demencial que intereses  irresponsables y criminales hacen de ese maravilloso invento del ingenio humano que debiera declararse Patrimonio de la Humanidad.

 

   Y tan graves como esos mensajes macabros que se difunden por Internet, están los utilizados por algunos partidos políticos para desorientar a los electores, infamar a sus adversarios y ensuciar la actividad política, entendida esta como la actividad superior del hombre para convivir y prosperar en sociedad. Los videos subidos impunemente al ciberespacio en los que se infaman a nuestros gobernantes y funcionarios y se confunde a la opinión pública, son el mejor ejemplo de ese libertinaje.

 

   No se excluyen los escandalosos hechos que indignan a  la opinión pública, protagonizados por seres perversos que utilizan la Internet para engañar y reclutar infantes y satisfacer su monstruosa inclinación a la pedofilia. Donde también se dan muchos casos, es en el mundo del espectáculo que se cimbra periódicamente  por el descubrimiento de los desnudos de artistas sin talento ni moral, difundidos con fines de chantaje y dinero fácil, o por severos extravíos mentales.

 

   Es evidente que la maldad humana y el relajamiento de las buenas costumbres se están adueñando de la Internet. El más grandioso invento de la inteligencia humana, está siendo infectado paulatinamente por los vicios más degradantes que agobian en estos tiempos al género humano. Solamente faltaba que el narcotráfico y el crimen organizado utilizaran como instrumento la Internet para sus perversos propósitos.

 

PATRIMONIO DE

LA HUMANIDAD

 

   La protección a la población infantil ha de pasar a ser una de las preocupaciones mayores del sector público y privado. Es a través de Internet donde los niños y los adolescentes empiezan a caer en las redes hábilmente tendidas por los pederastas. Y mientras no haya una limitante o un control, cualquier infante puede husmear en el ciberespacio a través de Internet, invento que debiera estar al servicio de la cultura, de la comunicación y de la elevación del ser humano.

 

   Lo ideal sería que la electrónica y su infinidad de aplicaciones y recursos se pusieran exclusivamente al servicio de las causas más elevadas de las comunidades, tal y como se hace en las universidades e instituciones superiores de investigación y estudio. Educar políticamente a la comunidad, tendría que ser uno de los objetivos más nobles de la comunicación global por el ciberespacio.

 

   No será fácil librar a la Internet de la penetración de la perversidad y la degradación, muchos de cuyos usuarios buscan explotar el vicio para obtener fabulosas utilidades. Pero sí es posible rescatar de sus garras a los niños mediante la vigilancia estrecha de sus padres y la orientación y educación adecuadas, y evitar también que la política y la función pública sean ensuciadas por ese feo vicio de abusar del espacio.

  

   Sería deseable que surgiera un frente nacional en contra de la pederastia y demás vicios que desgraciadamente han encontrado un refugio y un instrumento en el uso de la Internet. Ojalá y los partidos políticos configuraran ese frente con el propósito de preservar nuestro sistema democrático y librarlo de esos escollos. Mientras tanto, nos seguimos preguntando ¿en manos de quiénes está cayendo ese maravilloso instrumento de comunicación universal, que debiera ser declarado patrimonio de la Humanidad?

 

LIBRETON

POLITICO

 

   Doloroso pero necesario y urgente el Programa de Reordenamiento de la Hacienda Pública Estatal instaurado por el gobierno estatal con el fin de “hacer  más con menos” de tal suerte que nuestros impuestos sirvan para las grandes y majestuosas obras que requerimos… Implica, por supuesto, darle una buena “rasurada” a la recargada nómina de la burocracia prescindiendo de muchos puestos innecesarios, sinecuras y canonjías, todo para hacer más rendidor el erario público… Tema imprescindible de los cafetómanos y chirinoleros el del “galindazo” que el ex alcalde panista Ramón Galindo inflingio a su propio partido en su afán por volver a la política, actividad que ya no admite políticos papanatas… A propósito del  PAN, algunos analistas políticos de angora de chilangolandia dan por seguro que Madero repetirá como mandamás de ese partido dado que en experiencia, mañas y recursos les da veinte y las malas de ventaja a sus adversarios y competidores. Está por verse… Con la remuda que “el huracán del norte” hizo en su equipo de comunicación social, el licenciado Nicolás Juárez, de las nuevas generaciones,  pasó a ser el estratega del manejo de los recursos publicitarios… No coman ansias, -dice un viejo y experimentado dinosaurio tricolor-, Serrano apenas está agarrando vuelo y el sartén por el mango, ya verán que reformón le va a dar al municipio de Juárez con el apoyo de Duarte y Peña Nieto. También está por verse… Pregunta a nuestros pocos o muchos lectores: ¿Cómo detener el creciente  éxodo de lectores de los medios impresos hacia los electrónicos y cibernéticos? Esperamos su opinión.

 

FINALMENTE dos adagios que nos envía el ingeniero Genaro Luna y que recogen la sabiduría infinita y el ingenio indiscutible del pueblo mexicano:

    “Comerciante que da bien pesado, se queda pronto arruinado”. Y “En el diezmo y en la aduana, lo que no se apunta, se gana”.

 

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Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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