México no había vivido un aumento de precios tan alto desde hace 20 años. La Economía del país cerró en 2021 con una tasa de inflación anual en 7,36%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento de 0,36%, respecto al mes anterior. El último dato más alto fue en el año 2000, cuando la tasa se ubicó en 8,96%.
En medio de los esfuerzos del Estado mexicano para promover la recuperación económica por la crisis del coronavirus, esta cifra rompe con los objetivos establecidos por el Banco de México, que se ubica en un rango estimado de 3%. Hasta ahora, no ha habido medida que pueda con los aumentos de precios.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, estima que para todo 2022 la inflación se ubicará por encima del 4% a tasa anual, acercándose a este nivel hacia diciembre para cerrar el año cerca de esta cifra. “Durante el año podrían observarse nuevas presiones inflacionarias debido a la prolongación de los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales, la volatilidad en los precios de las materias primas, principalmente petróleo y productos agropecuarios, y la reactivación económica del sector de servicios”, indica.
Esta escalada de precios es un fenómeno al que muchos mexicanos jóvenes no se habían enfrentado en su vida, pese a los esfuerzos que se han hecho de contener la subida, como el aumento de las tasas de interés de referencia por parte del banco central, que fue de 5,5% en diciembre para intentar frenar la desbocada inflación. “Es probable que Banco de México siga subiendo su tasa de interés objetivo en la decisión que haga del 10 de febrero, para después continuar subiendo la tasa de interés a la par de la Reserva Federal”, dice Siller.
El precio de los alimentos de la canasta básica son los que más han golpeado el bolsillo de los mexicanos. Según el Inegi, los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación de diciembre fueron la carne de res, el limón, la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el plátano, todos ellos productos de la canasta básica.
Algunos productos presentaron leves disminuciones, como el tomate verde, que tuvo incrementos de hasta 161% el año pasado, así como el chile serrano, el gas doméstico LP y otras verduras como el jitomate. El índice de precios de los alimentos, que elabora mensualmente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y que muestra la evolución en todo el mundo, cerró el año pasado con un aumento del 28,1%.
México no es ajeno a la situación económica mundial, en vilo ante el creciente número de contagios de la variante ómicron de coronavirus.
Fuente: El País