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Opinión

La nueva era del narcoterrorismo. Por Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordóñez T.

Caleb Ordoñez Talavera

Estaban físicamente cansados –pero no desmotivados-, habían trabajado todo el día y la tarde, tanto en la estación de radio, como en un “enlace en vivo” desde una pizzería local, en Ciudad Juárez, Chihuahua.

La jornada laboral transcurría sin problemas. Los cuatro compañeros de la cadena Mega Radio no tenían idea del fatídico momento que vivirían aquel jueves 11 de Agosto, cuando tres sujetos se introdujeron al negocio de comida,para descargar sus armas y generar así, una desgracia donde perderían la vida. Se trataba de Allan González, Lino Flores, Armando Guerrero y Alex Arriaga.

En el funeral de González, sus amigos y familiares exigíanjusticia. Uno de sus colegas de la cadena Switch FM, consternado, decía: “Es triste que tengamos que estar aquí. Que tengamos que vivir siempre con miedo”.

El llamado “jueves negro”, perdieron la vida 11 personas. Entre las víctimas, un niño de 12 años y dos mujeres, una de ellas embarazada.

De rodillas.

El terror, se deriva del vocablo latino que significa temblor…

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Opinión

¿No está solo? No… Está perfectamente rodeado. Por Lic. Jacques A. Jacquez

Gritar “¡no está solo!” se ha vuelto el conjuro preferido de Morena para blindar a cualquiera de los suyos señalado por corrupción, abuso de poder o desvíos. Pero en el caso del tabasqueño Adán Augusto López, el coro suena más a autoengaño que a respaldo.

Porque, ¿quién lo acusa? ¿La oposición? No. Quienes hoy investigan y señalan al exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez -pieza del pasado gobierno tabasqueño, morenista y obradorista- no son enemigos externos. Son sus propios compañeros de movimiento.

El gobernador Javier May, emanado de la 4T, y el actual secretario general de Gobierno -nada menos que el hermano del expresidente López Obrador- han hecho públicas sus sospechas. Este último incluso soltó sin rodeos: “ya está saliendo a flote la podredumbre”. Palabras mayores, viniendo desde dentro.

Entonces, ¿a quién va dirigido ese “no está solo”? ¿Contra quién se defienden? ¿Del mismo gobierno que ayudaron a construir? ¿Del partido que fundaron? Hay algo profundamente contradictorio -rayando en lo esquizofrénico- en blindar a alguien frente a acusaciones que vienen del propio bando.

Lo que presenciamos es un canibalismo político que devora a quienes alguna vez afirmaron “no somos iguales” y que recuerda al PRD en sus últimos días. Morena, que se vendió como regeneración, hoy se consume a sí misma con una velocidad inédita. Ya no necesita enemigos: se despedaza desde adentro.

Así que no, no está solo. Está perfectamente acompañado… por quienes hoy le pasan la factura.

Y Adán Augusto no es el único. La lupa también está sobre otros morenistas que no forman parte del grupo cercano a Claudia Sheinbaum. En esta nueva etapa de la 4T, las diferencias internas no solo se notan: se castigan.

Porque no, tampoco están solos quienes pasean por Tokio, Lisboa o Madrid. Como bien advierte Salvador García Soto, hay un “ojo rubio” que los sigue. Y no es metáfora: se trata del ojo de Marco Rubio y del aparato de inteligencia del gobierno de EE. UU., que parece tener en la mira a varios miembros de la cúpula morenista. No son turistas quienes los exhiben, sino lentes profesionales que captan diputados, secretarios y familiares presidenciales en sus rutas de lujo. Monreal, Mario Delgado, Andy López. Todos espiados, todos expuestos.

Y todos -dato clave- fuera del círculo íntimo de la presidenta. Ninguno de ellos pertenece a su equipo político. Todos, en cambio, forman parte del lopezobradorismo duro que aún disputa el control del movimiento. ¿Coincidencia?

Tampoco está solo Adán Augusto, cuya operación con la Barredora genera más sospechas que consensos. A él también lo siguen, también lo exhiben. Y en el trasfondo de esa vigilancia, no solo aparece un ojo extranjero… también uno muy local. Porque además del ojo rubio, muchos ven en Omar García Harfuch -hoy pieza clave del círculo presidencial- al ejecutor silencioso de una vigilancia interna disfrazada de disciplina política.

Así que no, no están solos. Pero no están protegidos. Están perfectamente rodeados… por los que hoy gobiernan y ya decidieron quién sí y quién no cabe en la nueva era de la 4T.

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