El número de casos de ébola en Nigeria es el único que se mantiene estable en los distintos recuentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS): son 12 confirmados desde la llegada de la enfermedad a Lagos el 20 de julio (hay otros tres sospechosos), y todos ellos contactos directos del liberiano-estadounidense que llevó al virus al país, y que falleció cinco días después. El tiempo transcurrido sin que se hayan confirmado nuevos casos excede ya los 21 días del periodo máximo de incubación del virus, y eso permite, por primera vez, una interpretación optimista. En total, los casos siguen aumentando: en total, la OMS ha registrado hasta el 16 de agosto 2.237 sospechosos de ébola, de los que han fallecido 1.229.
Aunque los protocolos establecen que hay que dejar pasar 42 días (dos periodos de incubación) sin casos para declarar a un país libre de ébola, se trata de la primera buena noticia desde marzo. Además, Nigeria, por su población (177 millones de habitantes), su importancia económica (tiene el mayor PIB de África) y como nudo de transportes se consideraba un país clave para la contención del virus. En los otros tres países afectados (Guinea-Conakry, Liberia y Sierra Leona) los datos no son tan buenos. Si se mide la velocidad de propagación por el número de días que se tarda en duplicar el número de casos, la infección continúa sin bajar el ritmo en Liberia (los afectados se duplican cada 15 días) y Sierra Leona (cada 30).
En Guinea-Conakry, en cambio, esta medida ha pasado de los 86 a los 91 días, lo que indica que aunque el foco no está controlado, se va reduciendo su ritmo de expansión. La OMS cree que ello se debe a varias causas: “Por ejemplo, se ha contado con respetables líderes de la comunidad para asegurar la cooperación de 26 pueblos que se mostraban muy reacios a recibir ayuda exterior”, dice la OMS. Esta cooperación tuvo un primer efecto: “La apertura de estos poblados tuvo como primer resultado un aumento del número de casos. Pero se trata de afectados que previamente se mantenían ocultos, por lo que no debe interpretarse como un aumento de la transmisión”, advierte la OMS. Pese a los datos de Guinea, la organización advierte de que en el país el brote no está controlado.
Muy distinta es la situación en los otros dos países. En Liberia, al menos 17 de los pacientes que abandonaron un centro de aislamiento han sido ya localizados y han sido enviados a otro hospital especializado en ébola, el JFK de Monrovia. Aparte del riesgo que estas personas —ninguno un caso confirmado de la enfermedad— podían suponer para sus contactos, esta situación es sintomática de que el control del ébola va más allá de las medidas estrictamente sanitarias.
El País
You must be logged in to post a comment Login