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Ciencia y Tecnología

Las Chinches ya son resistentes a los insecticidas: Investigadores

Investigadores estadunidenses encontraron que las chinches de las camas, que plagan habitaciones de hotel en todo el mundo, desarrollaron altos niveles de resistencia a los productos tóxicos utilizados para su control.
El rápido aumento de las poblaciones de chinches resistentes a los populares compuestos de piretroides y neonicotinoides requiere del desarrollo de nuevas tácticas de control, sugieren los científicos al presentar su investigación realizada en Estados Unidos.

En ensayos de laboratorio, los investigadores midieron la toxicidad de aplicaciones tópicas de cuatro neonicotinoides y tres piretroides, también evaluaron la actividad de las enzimas presentes en los insectos que metabolizan las sustancias tóxicas.

Los resultados mostraron altos niveles de resistencia a cuatro neonicotinoides (acetamiprid, imidacloprid, dinotefuran, tiametoxam), en poblaciones recogidas en casas particulares en Cincinnati y Michigan, Estados Unidos.

Dado que la actividad de las enzimas desintoxicantes se incrementó en la población muestra, los resultados sugieren que estas enzimas tienen alguna participación en la resistencia a los neonicotinoides, aunque otros mecanismos podrían estar implicados también, señalan.

La detección de altos niveles de resistencia a neonicotinoides limita las opciones para el control químico de insectos de la cama, por lo que los científicos sugieren que es necesario desarrollar nuevas tácticas para controlar las plagas de chinches de cama.

Estas chinches, cuyo nombre científico es Cimex lectularius L. (Hemiptera: Cimicidae), son insectos hematófagos, es decir que se alimentan con sangre de humanos y animales, que han resurgido en todo el mundo en los últimos 15 años.

Eran parte de la vida cotidiana antes de que se desarrollaran el DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) y otros insecticidas de amplio espectro, que fueron ampliamente utilizados en las décadas de 1940 y 1950 para el control efectivo de las poblaciones de chinches.

Sin embargo, se informó de la resistencia de las chinches de cama -que también habitan en sofás y otros muebles similares- a los insecticidas alrededor de una década después.

Una de las hipótesis que explicarían el resurgimiento repentino de las chinches por periodos es la evolución de su resistencia a los insecticidas basados primero en los piretroides, los cuales fueron combinados con neonicotinoides en el más reciente brote.

En un artículo publicado en el Journal of Medical Entomology, de la Universidad de Oxford, los investigadores destacan “niveles dramáticos” de inmunidad en estos insectos a dosis regulares de los productos químicos.

Precisan que para matar a estos insectos se requieren concentraciones mil veces más grandes de lo necesario, por lo que ahora se requiere considerar métodos no químicos para eliminarlos.

Notimex

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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