Conecta con nosotros

Policiaca

Le dan siete años de prisión por robar con lujo de violencia

En la conclusión de un juicio abreviado, fue sentenciado Víctor Manuel Sandoval Pérez a una pena de 7 años y medio de prisión y al pagar los daños por la cantidad de 33 mil pesos, él fue detenido el 25 de octubre del 2011 momentos después de que cometió un robo con violencia en un mini súper, asalto a un transeúnte e intento robar en una tienda de abarrotes.

En el reporte policial, se conoció que el hoy sentenciado fue perseguido por las víctimas del tercer atraco que cometió en compañía de otro sujeto, que alcanzó a llegar hasta su domicilio donde se provocó cortadas en ambas muñecas en un intento por evitar ser detenido por la policía municipal.

La imputación que le formuló el agente del ministerio público de la Fiscalía Zona Centro, fue por los delitos de robo con violencia, daños y robo agravado en grado de tentativa, todos cometidos en la colonia Miguel Hidalgo, cerca de donde tiene su domicilio.

Víctor Manuel Sandoval Pérez en compañía de otro sujeto ingresó a un mini súper ubicado en Villa Juárez, amagaron a la propietaria y empleada con una pistola tipo escuadra y un cuchillo, se apoderaron de  20 mil pesos en efectivo, 6 mil435 en cajetillas de cigarros y  4 mil en tarjetas telefónicas.

Momentos después, amagó con la pistola a un joven que caminaba por calles de la colonia Miguel Hidalgo, despojándolo de un Ipod y ese mismo día, ingresó a una tienda de abarrotes, donde amenazó con el arma al propietario y le exige el dinero, sin embargo, intervinieron  familiares de la víctima, quienes lo ahuyentaron siguiéndolo hasta su casa.

El sentenciado llegó hasta su domicilio, donde se escondió y se cortó las muñecas de ambas manos, asegurándole un  cuchillo, siendo identificado plenamente por las victimas.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto