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Revista

“Libre de reír” con Sofía Niño de Rivera: en la cárcel también se ríe

La docuserie sigue a Sofía Niño de Rivera en tres distintas cárceles de México, donde desafía a las personas a convertir sus dolencias en humor.

Quién no disfruta de un buen especial de comedia para relajarse de un día ajetreado, y con ello en mente Prime Video agrega Libre de reír, una serie documental de cinco episodios donde la comediante mexicana Sofía Niño de Rivera desafía a un grupo de presos a convertir sus historias personales en una rutina cómica.

Sinópsis de Libre de reír

La serie documental protagonizada por Sofia Niño de Rivera estará disponible a partir del 21 de julio. En esta producción, Sofia imparte talleres destand up comedy dentro de una cárcel penitenciaria en la Ciudad de México, con el objetivo de utilizar el humor como una herramienta para la expresión y la transformación personal.

La serie aborda las historias de tres poblaciones diferentes dentro de la cárcel: hombres, mujeres y de la comunidad LGBTTTIQ+. Cada grupo tiene sus propias experiencias, desafíos y perspectivas únicas, y a través del stand up, se les ofrece una oportunidad para compartir sus vivencias y emociones con el mundo exterior.

Sofía Niño de Rivera reveló que necesitó terapia

A horas del estreno de la docuserie en Prime Video, la comediante mexicana reconoció que tuvo que acudir a terapia en medio de las grabaciones:

“Fue muy difícil, yo estuve yendo a terapia, a veces dos veces a la semana y estuve muy pendiente de mi salud mental, estuve platicando mucho también sobre mis experiencias para no quedarme con nada y lidiando con todo lo que lo que me detonaba todos los días”

Es inspirador ver cómo Sofía Niño de Rivera encuentra un propósito significativo en su proyecto Libre de reír al utilizar la comedia y el stand up como herramientas de catarsis, busca brindar a las personas en la cárcel una forma de liberar sus emociones y trabajar en sus traumas. La capacidad de reír y encontrar humor incluso en situaciones difíciles puede ser terapéutica y ayudar a aliviar el estrés y la tensión emocional.

Además, Sofía destaca que la comedia ofrece una plataforma para hablar de temas que a menudo son tabú o incómodos para la sociedad. La risa puede ser una puerta para abordar temas difíciles y crear un espacio para el diálogo y la reflexión sobre cuestiones sociales importantes, incluidas aquellas relacionadas con la vida en la cárcel y las experiencias de diferentes poblaciones dentro de ella.

Caleb Ordoñez 

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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