Vestido con un sombrero de vaquero blanco y camisa bajo el inclemente, Juan Leana Malpica, de 63 años, tira con orgullo de una rama de su arboleda y coge una lima. Sus frutas, dice, se diferencian por su jugosidad.Él ha estado cultivando estos frutos los últimos 12 años y nunca ha experimentado un momento de tanto éxito como el actual.
Oficialmente, los precios de este producto han entrado en una hiperinfalción desproporcionada, la subida promedio de este año rondaba el 50%.
Entre otras causas explica que estos cítricos han sufrido esta temporada una «enfermedad devastadora». Luego añade: «También está el cambio climático. Con la llegada del invierno ha habido una ola de frío en los estados vecinos. Y lo que siento que es más devastador son los especuladores de precios».
Otro factor es la violencia en el estado de Michoacán, el principal productor de limas. Donde grupos de autodefensas luchan contra los carteles de drogas, con el gobierno federal atrapado en medio. En esa situación, muchos productores no pueden – o no quieren – que sus camiones salgan a la carretera.
Los más afectados son, inevitablemente, los trabajadores, los mexicanos que dependen de la lima para bebidas, aderezos e ingredientes para la mayoría de los platos.
«Normalmente compro dos kilos», dice un comprador en un mercado en la ciudad de México. «Pero ahora me compro medio y sólo lo utilizo para lo esencial».
México es uno de los principales mercados productores de kimas y los mayores exportadores del mundo de este producto también están sufriendo la subida de precios. Algunas aerolíneas estadounidenses han anunciado que están restringiendo el servicio de limas en los vuelos y restaurantes mexicanos están absorbiendo mayores costes.
Con sede en EE.UU. Rosa Mexicano es una cadena de gama alta con 19 ubicaciones en todo el mundo. Ellos compran más de un millón de limas al año.
«Les puedo decir que hace un año que estábamos pagando aproximadamente $36 por caja», dice el director Jay Holmes. «La primera entrega de esta mañana era de $110 por caja».
Así, mientras que a usted su margarita le cuesta lo mismo, las ganancias están siendo exprimidos. Si los precios de la lima se mantienen igual, Rosa Mexicano estima que tendrá que pagar un adicional de $650.000 este año.
Para los productores mexicanos como Juan Leana Malpica que no se han visto afectados por la escasez, todo esto representa un gran beneficio. Él planea usar las ganancias para expandirse y mejorar sus sistemas de fertilización y riego.
El gobierno mexicano también está tratando de aumentar el suministro. Aunque la magnitud de la crisis de lima es única este año, los primeros meses del año suele haber siempre un cierto déficit.
«Acabamos generado una tecnología en Morelos que se lanzará en septiembre», dice funcionario del Ministerio de Agricultura, Rafael Ambriz Cervantes.
«Vamos a cortar las ramas de los árboles de limón y de inmediato aplicar nitrógeno para inducir la floración. Y esta floración en el mes de octubre produciremos limas en febrero, marzo y abril».
Los consumidores y las empresas tendrán que esperar hasta 2015 para ver qué tan efectivo es el programa. La esperanza es que la marca de un cultivo mexicano clave no se ha visto empañada .
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