Retrato acompañado con la siguiente explicación: “aquí estamos Chris Neuman y yo. Ayer firmamos nuestros papeles de divorcio, pero estamos sonrientes.¿Sonreímos porque la pareja que elegimos para toda la vida ha pasado a ser la pareja que ya no necesitamos para siempre? No, por supuesto, sonreímos porque hemos hecho algo extraordinario. Hemos acabado nuestro matrimonio de forma respetuosa, racional y honorable. De una manera que nos permitirá seguir siendo compañeros y padres de nuestros hijos, la razón perfecta para que ellos jamás tengan la necesidad de elegir. Nunca tendrán que elegir hacia que parte del auditorio tendrán que correr después de su concierto de Navidad o su obra de teatro de primavera, porque nosotros nos sentaremos juntos. No tendrán problemas con su boda porque nosotros iremos y estaremos en el mismo lado, su lado. Hemos luchado y hemos tenido éxito en la idea de pasar a ser dos padres que viven en dos casas, que forman dos equipos diferentes para quererlos el doble. Ahora que ves que esto es posible, por favor, considera nuestra opción, si estás en la misma situación, o comparte este mensaje para que recuerde a otros que es posible amar a tus hijos más de lo que odias/desconfías o te disgusta tu pareja”.
En muy poco tiempo la foto se hizo viral, dio la vuelta al mundo y cientos de parejas copiaron la idea, para la que son necesarios tres requisitos imprescindibles: sonreír, que salgan también los papeles del divorcio –puede verse que se ha hecho frente al juzgado o no, esto es opcional- y, lo más importante, elegir una frase o texto lapidario que exprese buen rollo y una enseñanza para los que se encuentren en una situación semejante. Es muy probable que sea esta última parte la que impida que el fenómeno se extienda más de lo deseable, porque no todo el mundo es tan ingenioso para dar con la lección adecuada, o porque no siempre se tiene a mano un libro de Paulo Coello para copiar y pegar algunas de sus enseñanzas. Claro que, como ocurre siempre, el nivel va bajando y los comentarios son cada menos acertados e interesantes que los de los que iniciaron esta tendencia.