Conecta con nosotros

México

“Logramos aplanar la curva de contagios” insiste AMLO luego de los más de 50,000 muertos por COVID

El presidente López Obrador reiteró que gracias a que se logró “aplanar la curva”, México no ha sido tan golpeado por el COVID-19.

De acuerdo con las cifras que ha aportado la Secretaría de Salud, desde que se registró la primera muerte a causa del COVID-19, en el país han perdido la vida 15 personas cada hora, o una cada cuatro minutos.

Durante su comparecencia ante la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, del pasado 27 de mayo, López-Gatell aseguró que las muertes por COVID-19 podrían llegar a entre 25,000 y 30,000, sin embargo, casi dos meses después, esa cifra prácticamente se duplicó.

Al respecto, el presidente López Obrador destacó que en México se delegó el manejo de la epidemia en un equipo de los mejores profesionales de la salud y advirtió que no habrá ningún cambio.

“Gracias a ellos hemos podido enfrentar esta pandemia, no me gustan las comparaciones siempre lo he dicho, porque no se pueden comparar las desgracias de los pueblos, las naciones, pero en el concierto de las naciones afectadas por la pandemia, nosotros no hemos sido tan golpeados, han muerto más ”, aseguró.

López Obrador volvió a respaldar la actuación del sub del subsecretario de salud, Hugo López-Gatell como encargado del manejo de la pandemia, así como del secretario de Salud, Jorge Alcocer y aseguró que México cuenta con “un grupo de científicos que no hay en ninguna parte del mundo” para enfrentar la pandemia, por lo que “tienen todo mi apoyo”, reiteró.

A pesar de que este 6 de agosto México superó los 50,000 muertos a causa del COVID-19 de manera oficial, el mandatario aseguró que la estrategia sanitaria ha sido la correcta y descartó cambiarla, ya que, aunque ha llevado tiempo, se ha “aplanado la curva”.

México

Gentrificación en CDMX: crecimiento urbano que desplaza a sus habitantes

Colonias como la Roma, Condesa, Juárez y San Rafael se han convertido en epicentro de protestas vecinales por el aumento desmedido en las rentas, el despojo inmobiliario y la pérdida de identidad barrial. El fenómeno detrás de estas inconformidades es la gentrificación, un proceso urbano que, aunque para algunos simboliza renovación, para otros representa expulsión, desigualdad y ruptura social.

La gentrificación ocurre cuando barrios de clase trabajadora reciben fuertes inversiones económicas y una oleada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo. Este cambio trae consigo mejoras en infraestructura y servicios, pero también incrementos abruptos en el precio de rentas y propiedades, desplazamiento de residentes originales y una transformación profunda en la cultura e identidad del barrio.

En la Ciudad de México, el fenómeno se ha intensificado con la llegada de nómadas digitales y extranjeros atraídos por el bajo costo de vida, quienes elevan la demanda de vivienda en zonas céntricas. Esto ha generado una turistificación desmedida, en la que muchas viviendas se destinan a rentas de corta estancia (como Airbnb), reduciendo la oferta para los habitantes locales.

A ello se suma la presión de desarrolladores inmobiliarios para que inquilinos tradicionales abandonen sus viviendas, con el fin de remodelarlas o demolerlas y construir nuevos complejos de lujo. Tiendas de abarrotes y fondas han sido reemplazadas por cafeterías de cadena y boutiques, alterando la vida comunitaria.

Además, la desigualdad urbana se agudiza: quienes no pueden pagar los nuevos precios se ven obligados a mudarse a zonas más lejanas, con mayores tiempos de traslado y menor acceso a servicios básicos.

En respuesta, colectivos ciudadanos y legisladores han exigido medidas que regulen el mercado inmobiliario, protejan a los arrendatarios y prioricen un desarrollo urbano equitativo. La gentrificación, advierten, debe atenderse antes de que transforme por completo el rostro y el alma de la capital.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto