La rama americana de la organización de jóvenes decidió retrasar hasta mayo la decisión con la intención de sondear el sentir mayoritario de sus miembros.

La organización juvenil Boy Scouts de América decidió el miércoles por la mañana retrasar la votación en la que su equipo directivo iba a ponderar si anular la prohibición de aceptar miembros homosexuales en la organización, un veto ratificado el año pasado.
Desde el pasado lunes, el comité directivo nacional de los Scouts ha estado reunido discutiendo la materia en un hotel de Irving (Texas). Sus 70 integrantes debatieron anular la restricción a nivel nacional y transferir la decisión sobre aceptar o no homosexuales a cada una de sus delegaciones locales.
Sin embargo, el comité anunció el miércoles por la mañana que necesita más tiempo para decidir. La nueva fecha de la votación ha sido fijada en mayo. Hasta entonces, la dirección de los Boy Scouts espera recopilar más información sobre el parecer de sus miembros y delegaciones.
«Tras una cuidadosa consideración y extenso diálogo dentro de la familia Scout, […] los oficiales voluntarios del comité de los Boy Scouts de América han concluido que debido a la complejidad de este asunto, la organización necesita más tiempo para una revisión deliberada de su política de membresía», dijo la organización en un comunicado.
Con vistas a la votación ahora pospuesta, un grupo de activistas en defensa de los derechos de los homosexuales presentó 1,4 millones de firmas pidiendo el fin definitivo de este reglamento. Para ellos la transferencia de la decisión a los grupos locales no ayudaría a eliminar la discriminación en los Boy Scouts, ya que cerca del 70 por cien de sus subgrupos están asociados a organizaciones religiosas.
«Los Boy Scouts son fundamentales para los cimientos morales de este país y son una de nuestras grandes organizaciones culturales. Hemos confiado en ellos para formar a nuestros jóvenes durante más de un siglo. Por eso esta propuesta de cambio es críticamente importante», defendió Zach Whals, un Scout hijo de una pareja de lesbianas que defiende la reforma.
Su opinión es compartida por el presidente de Estados Unidos. En una declaración ofrecida el pasado domingo, Barack Obama afirmó que los Scouts son una organización fantástica para ofrecer a los jóvenes «oportunidades y liderazgo que les servirán para el resto de su vida». El presidente añadió que gays y lesbianas «deben tener acceso, del mismo modo que el resto del mundo, a cualquier institución y tipo de vida».
Voces en contra
En contra de la modernización de los Scouts hay grupos como el Family Research Council, una asociación conservadora que encabezó a otras 41 agrupaciones para publicar un anuncio el lunes en diversos periódicos pidiendo a Boy Scouts de América que no cambie la normativa. Otros grupos como «Salvemos nuestros Scouts» se reunirán durante la tarde del miércoles para hacer una vigilia frente a la sede nacional de los Boy Scouts.
Los Boy Scouts son una organización con más de cuatro millones de miembros en EE.UU. cuya finalidad es «forjar el carácter de sus miembros, entrenarlos en las responsabilidades de la ciudadanía participativa y desarrollar su salud física».