Varios agentes de seguridad fueron convocados hace dos semanas a reunirse con operadores del crimen organizado. El encuentro entre los servidores públicos y presuntos sicarios de Los Chapitos —hijos de Joaquín el Chapo Guzmán— se llevó a cabo en la capital mexicana del país.
La reunión detallada por el periodista Antonio Nieto, señala que ésta fue organizada por grupos criminales locales, que pretendían dejar en claro a los policías que no interfirieran en las actividades de ellos y Los Chapitos y se concentraran en sus rivales de la Unión Tepito. A cambio, ninguno de los agentes sería tocado.
Ese no fue el primer encuentro que se fraguó en la CDMX. En enero del año pasado, en la alcaldía Coyoacán (al centro de la ciudad) operadores de Los Chapitos viajaron desde Culiacán, Sinaloa para hablar de armamento y otros pactos.
(Foto: Especial)
Nieto sostiene que la última reunión tuvo lugar luego de la tregua entre las células delictivas de Los Rorros, los Yayos y los Rodolfos, cuyo objetivo es arrebatarle a la Unión Tepito el control de los bares y negocios de la CDMX.
El autor del libro Cártel Chilango advirtió desde el año pasado, las intenciones de la cúpula del Cártel de Sinaloa por tomar la capital mexicana. Aseguró que Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, primogénito de Ismael Zambada García, el Mayo, estaría reagrupando sus fuerzas para disputarle la ciudad al cártel con mayor presencia, la Unión Tepito.
La Ciudad de México, que durante años presumió estar alejada de las actividades delictivas que predominan en el norte del país, ha sido testigo del arribo de otro grupo criminal poderoso: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Los comerciantes del centro de la capital han denunciado que la gente de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho llegó al Centro Histórico en el 2020, apadrinada por sicarios de la Anti Unión Tepito.
Los Rodolfos, nuevos aliados de Los Chapitos
(Foto: SAÚL LÓPEZ /CUARTOSCURO)
Con la disminución del Cártel de Tláhuac y el abatimiento de su líder, Felipe de Jesús Luna, el Ojos, Los Rodolfos se apoderaron de los negocios ilícitos de las alcaldías Tláhuac, Coyoacán, Tlalpan, Milpa Alta, Magdalena Contreras y Xochimilco.
El grupo criminal nació como brazo armado del Cártel de Tláhuac. Su cabecilla principal, Héctor Rodolfo Rodríguez, el Gordo, fue sometido por el Ojos hasta que éste murió en un enfrentamiento con la Marina. Entonces, Los Rodolfos se separaron y cobraron fuerza.
El Gordo operó con ayuda de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a quienes efectuaba pagos de 500 pesos semanales. Los uniformados ponían en marcha sus torretas cuando algún operativo se acercaba a las narcotiendas. Los “dealers” entendían y se esfumaban.
Las autoridades aseguran que los años más violentos que ha vivido la Ciudad de México se deben en parte al grupo de Los Rodolfos y a los policías que lo protegieron.