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México

‘Los Guerrero’: La sanguinaria familia criminal que le abrió paso a “El Mencho” para liderar el CJNG

En la última década, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se hizo de un enorme poder criminal, desplazando a las demás organizaciones delictivas del mapa del narcotráfico.

Sin embargo, los narcotraficantes jaliscienses no lo hicieron solos, se aliaron de varios grupos pequeños para abrirse paso tras separarse del cártel de Sinaloa.

Entre ellos destacan “Los Cuinis” un grupo de hermanos con una vieja tradición criminal, asentados en Michoacán y que ahora son medula espinal del CJNG como su brazo financiero.

También parte de la golpeada Familia Michoacana, que le ayudó no solo en Michoacán, sino también en Colima, Guerrero y el Estado de México.

Hay, por otra parte, un grupo delictivo del que poco se habla, pero que fue parte fundamental para la expansión del CJNG: “Los Guerrero”.

“Los Guerrero” son parte de una prominente familia criminal y la relación que los une con el CJNG es casi sanguínea.

Con más de 30 años en el mundo criminal, esta familia ha diversificado sus actos delictivos: desde robo de ganado, extorsión, secuestros, despojo de tierras, hasta narcotráfico y robo de combustible.

El líder de “Los Guerrero” era Javier Guerrero Martínez, quien a su vez era compadre de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder máximo del CJNG.

Este tipo de vínculos son constantes en la organización criminal de Oseguera Cervantes.

Por ejemplo, “El Mencho” está casado con Rosalinda González Valencia, lideresa de “Los Cuinis” y su larga lista de cuñados forma parte del emporio delictivo, siendo Abigael González Valencia, “El Cuini” el más adelantado, pese a estar detenido desde 2015.

Mientras que la alianza con la Familia Michoacana se dio a través de Jesús Méndez, «El Chuchín», hijo de José de Jesús Méndez «El Chango Méndez», cofundador de dicho cártel. “El Chichín” es compadre de “El Mencho”.

Cuando el CJNG se independiza, hace de Jalisco su bastión criminal y busca expandirse principalmente hacía el sur.

“El Mencho” y Guerrero Martínez comenzaron a desplazar a los Caballeros Templarios, quienes se habían hecho del control de Michoacán.

En diciembre del 2011, durante un enfrentamiento, Javier Guerrero Martínez falleció a manos de los Caballeros Templarios.

“Los Guerrero” quedaron sin líder, pero sus hijos, los Guerrero Covarrubias tomaron pronto su lugar: Javier, “El Javi; Leonardo; y Adrián Alonso, “El 8”, ahijados de “El Mencho”.

También lideraba Heraclio Guerrero Martínez, “El Laco”, hermano del líder fallecido y tío de los hermanos herederos.

Tras la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencial, los templarios fueron uno de los grupos criminales prioritarios a combatir, más cuando varios grupos de autodefensas salieron a combatir a los narcotraficantes y acusaron a las autoridades de abandonarlos.

Fuente: Vanguardia

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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