Un policía de la ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, está citado a un tribunal estadounidense la próxima semana después de que fuera arrestado por un cargo de posesión con intención de distribución de casi nueve kilos de heroína y metanfetaminas.
Noé Raygoza García, de 33 años, tenía este miércoles una audiencia ante la corte, pero debido a un problema «documental» nunca fue transportado desde una prisión en San Bernardino, California, dijo el Asistente Especial del secretario de Justicia estadounidense, Carlo DiCesare.
La comparecencia de Raygoza García fue reprogramada para el 9 de abril.
De acuerdo con una declaración jurada del agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense, Kevin Legg, las autoridades estaban llevando a cabo operaciones contra el contrabando el 17 de marzo en Fallbrook, California.
Estaban monitoreando la carretera Interestatal 15, una ruta de popular para el contrabando a unos 112 kilómetros al norte de la frontera con México, cuando Raygoza García pasó en Dodge Neon rojo.
«A medida que el vehículo se acercó, los agentes inmediatamente se dieron cuenta de que el vehículo redujo su velocidad drásticamente», obligando a los coches detrás de él a esquivarlo, según la declaración jurada.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron al vehículo y notaron una sola llave en la marcha, que puede ser una señal de que un coche contiene contrabando, según la declaración jurada.
Los agentes se acercaron al Neon y notaron que el conductor estaba manejando de 45 a 50 kilómetros por hora, «muy por debajo del límite de velocidad», y que «parece estar agarrando el volante muy bien» cuando pasaba un vehículo de la policía del condado de Riverside .
Usaron su laptop para revisar el vehículo, y las autoridades se enteraron que había cruzado la frontera hacia Estados Unidos por la mañana. En la frontera, los registros mostraron que el conductor era Eduardo Guadalupe Sánchez Hernández, y que no se parecía a Raygoza García, según la declaración jurada.
Se detuvieron junto al vehículo, y cuando Raygoza García bajó «casi cayó al suelo y estaba temblando demasiado». Les dijo a los agentes que tenía visa válida y estaba nervioso por ser detenido, según la declaración jurada.
Raygoza García dijo además a los agentes que iba a San Bernardino para visitar a su tío moribundo, pero cuando le preguntaron la ubicación, dijo que no lo sabía, según la declaración.
También le dijo a los agentes que había conducido el coche desde la frontera por sí mismo y que el vehículo pertenecía a un amigo, a quien conocía sólo como «Eduardo».
Cuando los agentes le dijeron a Raygoza García que los registros mostraron que había cruzado la frontera como un peatón, «comenzó a caminar y se notó un cambio en el tono de su voz», dijo la declaración jurada.
Luego se retractó de su historia y dijo que tomó prestado el coche de su amigo después de cruzar la frontera. Dijo que no sabía por qué no había cruzado con su amigo.
Cuando le preguntaron si había algo ilegal en el coche, Raygoza García dijo que no lo sabía y le dio permiso a los agentes de buscar con ayuda de un perro. El perro indicó que había drogas en el coche.
Quitaron el respaldo del asiento trasero donde encontraron «paquetes de narcóticos», seis paquetes cuadrados y cinco «paquetes deformes, no comprimidos», según la declaración jurada.
Los paquetes cuadrados dieron positivo a heroína y los deformes a metanfetamina, dijeron los agentes en una declaración jurada.
La acusación dice que Raygoza-García portaba 6 kilogramos de heroína y 2.8 kilogramos de metanfetaminas.
El abogado de oficio designado por el tribunal para Raygoza García no respondió de inmediato a las llamadas de CNN.
El policía de Tijuana se encuentra detenido sin derecho a fianza y se enfrenta a una sentencia mínima obligatoria de 10 años y una pena máxima de cadena perpetua si es declarado culpable de posesión con intención de distribuir.
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