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Política

‘Mátenme, no me encarcelen’: Duterte en La Haya

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo este viernes a la Corte Penal Internacional (CPI) que lo investiga por crímenes contra la humanidad, y sostuvo que prefiere enfrentar un pelotón de fusilamiento antes que ser encarcelado.

Sin embargo, Duterte conocido por desafiar las presiones internacionales, cuestionó si la CPI tiene jurisdicción para procesarlo por la muerte de miles de filipinos en su guerra contra las drogas. Negó incluso haber dado una orden a la policía para matar a sospechosos de tráfico.

El fiscal de la CPI Fatou Bensouda dijo este jueves que un examen preliminar de la campaña de Duterte busca establecer si existe jurisdicción y si se cometieron crímenes contra la humanidad.

«Pediría el raro privilegio de hablar con usted. Sólo nosotros dos en el cuarto», dijo Duterte durante una rueda de prensa aludiendo a Bensouda.

«Háganlo. Si quieren declararme culpable, sigan adelante. Que así sea. Encuentren un país donde maten gente con un pelotón de fusilamiento y estoy listo», declaró.

Unos 4 mil filipinos, principalmente habitantes pobres de la ciudad, han muerto a manos de la policía en una campaña promovida por Duterte que ha alarmado a la comunidad internacional.

Activistas consideran que la cifra de muertos es mucho más alta y acusan a la policía de encubrimientos sistemáticos y ejecuciones. La fuerza y el gobierno desestiman esas acusaciones.

El examen es el primer paso formal que un fiscal de la CPI da para considerar si una situación en un estado miembro podría eventualmente llevar a la formulación de acusaciones, en un proceso que puede tomar años. Es fundamental determinar si la corte tiene jurisdicción, ya que sólo puede realizar juicios cuando el propio estado miembro no lo ha hecho.

Local

Alejandro Domínguez se deslinda de César Duarte y enfría su posible regreso al PRI

El diputado federal del PRI, Alejandro Domínguez, marcó distancia respecto al exgobernador César Duarte, al asegurar que su retorno al partido no está sobre la mesa y que, de existir tal intención, el propio Duarte tendría que iniciar un complejo procedimiento partidario que incluye la intervención del Congreso Nacional del tricolor.

Las declaraciones de Domínguez surgen en medio de la polémica generada por la denuncia pública de Duarte contra la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a la que acusó de destruir infraestructura hidráulica en su rancho El Saucito, así como varios pozos. Ante la creciente exposición mediática del exmandatario, el legislador priista fue cuestionado sobre la postura del partido respecto a su estatus como militante.

Domínguez fue contundente: “No hay ninguna intención, ni por parte de la dirigencia nacional ni de César Duarte, de reincorporarse al PRI. Él fue expulsado durante la presidencia de Claudio Ruiz Maciel. Incluso se defendió ante el tribunal, pero la resolución fue firme”.

Además, aclaró que no conoce a fondo los detalles legales que involucran al exgobernador en procesos penales y administrativos, aunque confirmó que las acciones en su contra incluyen señalamientos de CONAGUA, lo cual mantiene a Duarte más enfocado en su defensa jurídica que en la política partidista.

En cuanto al camino para una eventual readmisión, Domínguez explicó que tendría que ser el propio Duarte quien solicite su reingreso a través de la Comisión de Justicia Partidaria, un trámite que pasaría por los órganos internos del PRI y culminaría en el Congreso del partido. Pero fue enfático al reiterar que esto no forma parte de la agenda actual.

Las palabras del legislador surgen como respuesta a crecientes cuestionamientos sobre la cercanía —real o percibida— entre sectores del PRI y César Duarte, luego de que éste reapareciera públicamente con duras críticas al gobierno federal y estatal por la destrucción de infraestructura supuestamente legal en sus propiedades.

Al separar lo institucional de lo personal, Alejandro Domínguez intenta evitar que la figura de Duarte vuelva a enredar la imagen del partido, especialmente en un contexto donde el PRI busca reposicionarse de cara al próximo ciclo electoral. Con estas declaraciones, no solo cierra momentáneamente la puerta a cualquier especulación sobre el retorno de Duarte, sino que también reitera que el peso de su pasado político y judicial lo mantiene lejos de las filas tricolores.

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