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Ciencia y Tecnología

Mexicano crea aplicación que transforma teléfonos en laboratorios

Un investigador mexicano ha logrado transformar un teléfono celular en un pequeño laboratorio de colorimetría al habilitar una aplicación creada por él. Con el desarrollo de Leonardo Martínez Hurtado, en cuestión de segundos el interesado puede conocer los niveles de glucosa en orina o bien la presencia de algún microorganismo dañino en el cuerpo, si hay problemas en el funcionamiento renal o a nivel de hormonas que dificulten la maternidad, entre otras afectaciones en el organismo.

Gracias a la aplicación, llamada Colorimetrix (www.colorimetrix.com), el celular funciona bajo el principio en el que opera un espectrofotómetro, es decir, utiliza sensores similares a los de las cámaras fotográficas digitales para detectar formas de radiación electromagnética, a las que asigna colores que corroboran la presencia o ausencia de determinados biomarcadores.

Entonces, lo que el teléfono lee a través de su lente es una tira reactiva de diagnóstico, la cual previamente se ha humedecido, por ejemplo, de una solución sanguínea para conocer los valores de glucosa.

“Mediante la aplicación se puede valorar el funcionamiento de los riñones. Se humedece la tira con orina, esperas un minuto, abres la aplicación, acercas el teléfono como si fueras tomar una foto y el aparato hace las interpretaciones para después emitir un mensaje que te dice los niveles de afectación que se encontraron, si debes contactar a alguien y cuándo debes volver a medir. Todo en microsegundos, digamos de inmediato.

“Las tiras diagnósticas pueden ser muy baratas, lo cual se valoró para impulsar el desarrollo. El uso de Colorimetrix es fácil y seguro, y puede aprovechar la conectividad del teléfono para almacenar o enviar datos de la prueba, además de que puede utilizarse en lugares remotos”, detalla el ingeniero biotecnólogo egresado del Instituto Politécnico Nacional, y quien es actualmente investigador en el departamento de Fotónica y Semiconductores Experimentales de la Facultad de Física de Universidad Tecnológica de Múnich, Alemania.

A pregunta expresa, Martínez Hurtado explica que las variables de luz que pueden afectar la lectura de la tira reactiva por el teléfono han sido resueltas mediante algoritmos.

Sobre otros usos de Colorimetrix en procesos de diagnóstico refiere que puede emplearse para reconocer ciertos problemas hormonales, por ejemplo, que afectan el crecimiento en niños, u otros ginecológicos que repercutan en la oportunidad de ser madre, entre muchas otras aplicaciones.

“Hasta ahora hay tiras reactivas diseñadas para detectar enfermedades virales o si estuviste expuesto a bacterias, así como para muchas otros problemas de salud, es decir, la gama de oportunidades en las que podemos participar es enorme pero también hay otras aspiraciones. Por ejemplo, hay países con problemas de potabilización de agua a lo que nos gustaría ayudar mediante Colorimetrix en la evaluación de depósitos de agua”.

Por su desarrollo, Leonardo Martínez Hurtado fue reconocido como uno de los jóvenes innovadores mexicanos menores de 35 años por la revista MIT Technology Review en 2014. Ello ha llamado la atención de empresas e instituciones interesadas en usar Colorimetrix para pruebas veterinarias y para análisis de biomarcadores relacionados con el rendimiento de atletas.

Asimismo, ha contactado con el científico mexicano la organización Kidney Health Australia, que evalúa la salud del riñón de la población mediante pruebas de orina.

Sin embargo, busca nuevos capitales para la producción industrial y comercialización de la aplicación, en tanto se siguen haciendo pruebas para ver qué enfermedades se podrán evaluar en su lanzamiento al mercado.

“Hace unas semanas conseguimos fondos del gobierno alemán para seguir con el desarrollo”, declara entusiasmado Martínez Hurtado, biotecnólogo nacido en Guanajuato y que emplea las matemáticas para ayudar a resolver problemas de salud.

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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