Con el impuesto a bebidas azucaradas, México es un ejemplo a nivel internacional, pues se redujo su consumo 6.0 por ciento en el país, en beneficio de la salud de la población, destacó la investigadora Marion Nestlé.
Explicó que al ver afectadas sus ganancias con la aplicación de gravámenes, esta industria invierte cantidades millonarias en grupos de científicos, asociaciones e instituciones para bloquear las políticas de salud pública contra la obesidad y la diabetes.
Acompañada por el director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, la reconocida especialista en temas de política y nutrición destacó que ante la baja en el consumo, la industria refresquera no escatima en financiar investigaciones a modo.
“Habría que preguntar a las refresqueras sobre las instituciones y organizaciones que financian”, abundó durante la presentación de su libro “Soda Politics. Taking on Big Soda”.
Expuso que el interés de las ganancias refresqueras implica una fuerte inversión que incluye cabilderos en las cámaras legislativas, aportaciones para campañas políticas, enormes estrategias de mercadeo y precios muy accesibles para la población, sobre todo la rural e indígena.
Como ejemplo, la investigadora refirió que en Estados Unidos en 2009 la industria gastó 40 millones de dólares, contra una iniciativa federal para implementar un impuesto al refresco y este no prosperó.
La influencia de estas grandes empresas no va únicamente a los gobiernos, sino que utilizan formas y herramientas para llegar también a ciertos especialistas y algunas instituciones académicas que justifiquen el consumo de estas bebidas, expuso.
La industria refresquera a nivel internacional, abundó, patrocina foros, investigaciones científicas, invitan a expertos a congresos internacionales, lo cual provoca su silencio o en muchos de los casos al discurso de que el consumo de refresco no es malo.
En ese sentido, Alejandro Calvillo consideró que en México pudo más la realidad de los efectos dañinos que han provocado las bebidas azucaradas a la salud de la población, que el cabildeo de la industria refresquera, y prosperó el impuesto a este producto.
Recordó datos del Global Burden of Diseases, que atribuye cada año 24 mil muertes en México asociadas al consumo de bebidas azucaradas.
Mencionó que el alto consumo que hay en México de azúcares añadidos juega un papel muy importante en el desarrollo de la diabetes tipo 2, pues los refrescos aportan 70 por ciento de estos en la dieta de los mexicanos.
Ante el ejemplo que México ha puesto al mundo, insistió, esta industria busca por todos los medios justificar con “estudios e investigaciones hechas a modo” que el impuesto no ha funcionado y según ellos, “no hay resultados visibles”.
Sin embargo, también hay científicos comprometidos con la salud de la población, que recomiendan aumentar en 20 por ciento el gravamen a las bebidas azucaradas y estos recursos se destinen a políticas públicas como instalación de bebederos.
NTR Zacatecas